Birmānia-Corea del Nord: estreta col.laboraciķ transdictatorial (Déu els cria...)

En su reciente visita a Vietnam, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, expresó su preocupación por la cada vez más estrecha relación entre Birmania y Corea del Norte, dos de las dictaduras más herméticas y aisladas del mundo. Una semana después, la junta de los generales birmanos recibía al ministro de Exteriores norcoreano, Pak Ui Chum. Era la primera visita de un alto mandatario del régimen estalinista desde que restablecieran relaciones en el 2007, tras catorce años de ruptura.

Poco se ha conocido de esta visita.

Pero fuentes oficiales confirmaron que Pak Ui Chum se ha entrevistado con los principales generales del régimen birmano con el objetivo de estrechar las relaciones económicas y militares entre los dos países, según The Irrawaddy,una publicación sobre Birmania.

"Las relaciones entre los dos países tienen que ver especialmente con asuntos militares", dijo un funcionario bajo anonimato, según la misma publicación. Una afirmación que confirma las sospechas de las potencias occidentales, especialmente de Estados Unidos, acerca de que el acercamiento entre los dos regímenes más aislados del mundo en los últimos años tiene su origen en la cooperación militar.

Desde los años noventa el jefe de la junta birmana, el general Than Shwe, aspira a emular al Amado Líder norcoreano, Kim Jong Il, en la medida en que ha logrado que Corea del Norte sea un país temido en la región, a fuerza de esgrimir la amenaza del arma nuclear. Así, Than Shwe quiere que su país sea el primero del Sudeste Asiático en disponer del arma nuclear y ganar influencia en la región.

Para financiar estas veleidades nucleares, los generales birmanos cuentan con los ingresos que les reportan la explotación de gas natural, piedras preciosas y madera, principalmente.

Según un informe hecho público por la Voz Democrática de Birmania, con sede en Oslo, los generales están dando los primeros pasos para desarrollar un programa nuclear para producir la bomba atómica con tecnología norcoreana. Según Sai Thein Win, un científico birmano que desertó tras trabajar en este programa, el régimen de los generales cuenta con una planta de procesamiento de uranio con fines militares, así como con dos fábricas para producir misiles adaptados para incorporar cabezas nucleares.

La junta militar ha llamado a las puertas de Pyongyang porque es otro país afectado por las sanciones internacionales y puede estar dispuesto a cooperar. El régimen estalinista de Kim Jong Il proporciona tecnología nuclear a cambio de obtener no sólo uranio para proseguir sus propios planes nucleares, sino también alimentos, como arroz o cereales, con que nutrir a su depauperada población.

Además, el régimen de Kim Jong Il también puede suministrar armas estratégicas, como diversos tipos de misiles y lanzacohetes. En abril del 2009, un barco norcoreano con lanzacohetes y otras armas atracó en el puerto de Rangún, Thilawa. Y en junio del mismo año la Marina estadounidense obligó a regresar a otro navío norcoreano sospechoso de transportar armas a Birmania.

Esta situación preocupa cada vez más a EE. UU. La Casa Blanca desconfía de las negativas del gobierno birmano acerca de cualquier cooperación en materia nuclear con el régimen birmano.

Este panorama también inquieta en Asia. Ni China, ni Japón, ni Corea del Sur, ni los países del Sudeste Asiático han expresado públicamente sus inquietudes, pero todos son conscientes de que si el régimen birmano se hiciera con el arma nuclear la inseguridad regional aumentaría considerablemente. Y situaría a China en una posición muy complicada, ya que mantiene buenas relaciones tanto con Birmania como con Corea del Norte, y lo que menos le interesa es la proliferación de armas nucleares en el continente.

El Gobierno birmano ha negado de manera reiterada cualquier cooperación en materia nuclear con Pyongyang, a pesar de que las relaciones entre ambos países se han estrechado. El diálogo se hizo público en julio del 2003, a raíz de la llegada a Birmania de una veintena de técnicos enviados por Pyongyang para asesorar en la construcción de una red de túneles con fines militares. Desde esta fecha, el diálogo ha sido cada vez más fructífero. En abril del 2007, se restablecieron las relaciones diplomáticas, rotas desde 1993, cuando agentes norcoreanos llevaron a cabo un atentado contra el entonces presidente surcoreano, Chun Doo Hwan, de visita en Rangún.

8-XI-10, I. Ambrós, lavanguardia