idili (entre desterraments) Cuba-Vaticà (Déu els cria...)

La disidencia y en especial las Damas de Blanco -esposas y madres de los presos- ya han anunciado protestas para el caso de que el presidente cubano incumpla el plazo con esa decena de reclusos. Quedan dos días, subrayan.

La reconciliación de Cuba con la Iglesia católica quedó sellada y consagrada el miércoles con la asistencia de Raúl Castro a la inauguración del primer seminario que la institución religiosa abre aquí desde el triunfo de la revolución. El papa Benedicto XVI envió un mensaje de aliento.

El centro de formación de sacerdotes, levantado en una parcela de 22 hectáreas a 15 kilómetros de La Habana, empezó a construirse hace cuatro años, aunque los planes se remontan a casi un decenio atrás: el papa Juan Pablo II bendijo la primera piedra en su visita de enero de 1998 a Cuba.

El instituto sacerdotal no es en sí nuevo. Se trata del viejo seminario de San Carlos y San Ambrosio, emplazado desde el siglo XIX en un claustro colonial de La Habana Vieja. El edificio no reunía condiciones de residencia. Sobre todo desde 1966, cuando el Estado expropió otro centro de formación mucho mejor dotado y obligó a la Iglesia a trasladar sus muebles y oficinas al de San Carlos y San Ambrosio. El complejo inaugurado el miércoles dará cabida a cien personas, entre instructores y estudiantes: 60 más de las que acogía el colegio en el centro histórico.



Tanto los diarios como los informativos de televisión y radio cubanos abrieron sus ediciones de ayer y la noche del miércoles con la noticia del acontecimiento, muy restringido no obstante para la prensa extranjera. Raúl apareció flanqueado por sus ministros de Exteriores y Cultura, Bruno Rodríguez y Abel Prieto, y la jefa de Asuntos Religiosos del PC, Caridad Diego, entre otros representantes de las máximas instancias del Estado. El cardenal y Arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, encabezó por su parte una delegación con toda la plana mayor de la Iglesia cubana. Entre los 300 invitados, incluidos prelados y diplomáticos de unos cuantos países, destacaron el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, y el líder de la Orden de los Caballeros de Colón -la organización laical católica más grande del mundo-, el también estadounidense Carl Anderson.

El Papa, a través del mensaje que en su nombré envió a La Habana el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, hizo llegar su deseo de que el nuevo seminario "vele por una esmerada preparación humana, espiritual y académica de los futuros sacerdotes". Benedicto XVI impartió "una especial bendición apostólica a la amada nación" cubana.

Raúl Castro conversó largo rato con el cardenal Jaime Ortega. Fue una buena oportunidad para revisar la marcha del proceso de excarcelación de presos políticos que ambos pactaron el pasado 7 de julio. Aquel día, el presidente cubano se dio un plazo de cuatro meses - hasta el próximo domingo-para sacar de prisión a los 52 detenidos en la primavera negra del 2003 que aún estaban en la cárcel. De ellos, 39 ya han salido y viajado a España con sus familiares. De los trece restantes, diez se niegan a dejar la isla. La disidencia y en especial las Damas de Blanco -esposas y madres de los presos- ya han anunciado protestas para el caso de que el presidente cubano incumpla el plazo con esa decena de reclusos. Quedan dos días, subrayan.

5-XI-10, F. García, lavanguardia