llamamiento parlamentario transnacional

23 de octubre de 2010: conmemoración del 19° aniversario
de la firma de los Acuerdos de París sobre Camboya

 

LLAMAMIENTO DE PARLAMENTARIOS
POR LA REACTIVACIÓN DE LOS ACUERDOS DE PARÍS SOBRE CAMBOYA

Una inquietante deriva autoritaria se manifiesta en Camboya desde hace años. Está caracterizada por el deterioro de la situación de los derechos humanos, ahogo de las libertades fundamentales, política brutal de confiscación de tierras que golpea sobretodo a los más pobres, supresión de cualquier forma de crítica y contestación, persecución de la oposición parlamentaria y de los militantes de la sociedad civil, utilización del poder judicial para fines políticos y deslizamiento hacia un sistema de partido único.

En una declaración de Amnesty International en la 15a sesión del Consejo de derechos humanos, en septiembre de 2010, se lee: “La sistemática falta de protección de los derechos humanos en Camboya es el producto de la impunidad por muchos años de sus violaciones y de gravísimas lagunas del Estado de derecho. El sistema judicial es prejuicioso ante pobres y marginados. Las expropiaciones forzosas continuan golpeando a miles de familias, esencialmente personas que viven en la pobreza. Las acciones judiciales [ejercidas por el gobierno] contra los defensores del derecho a la vivienda, los periodistas y otras voces críticas tienden a sofocar la libertad de expresión”. Amnesty International pide que sean adoptadas medidas para que cesen tales “graves y persistentes violaciones de los derechos humanos” en Camboya.

Las constataciones de Amnesty International están corroboradas por el Relator Especial de las Naciones Unidas para la situación de los derechos humanos en Camboya, profesor Surya Subedi. Éste, en su último informe al Consejo de los derechos humanos del mes pasado en Ginebra, constata que las víctimas de abusos de todo tipo parecen “desesperanzados de la justicia”, y se dice “preocupado por la restricción del espacio político para los partidos de oposición y para otros militantes [de los derechos civiles]”.

Sobre el mismo tema y en el mismo período, una coalición de las dieciséis más notorias ONG locales denuncia la reciente serie de “procesos políticos” contra dirigentes de la oposición y hace sonar una campana de alarma: Camboya está retornando de facto a un “sistema de partido único” como durante la guerra.

Hace diecinueve años, para poner fin a la guerra y a las masacres y ayudar a la reconstrucción de Camboya, la comunidad internacional, bajo la égida de las Naciones Unidas, llevó a todas las facciones camboyanas a reconciliarse y a poner las bases de una democracia liberal pluralista, de cuyo respeto se hizo garante la misma comunidad internacional con la firma de los Acuerdos de París del 23 de octubre de 1991 (*).

En efecto, los Acuerdos de París garantizan que “todas las personas que se encuentran en Camboya gozarán de los derechos y de las libertades sancionadas en la Declaración universal de los derechos humanos” (Artículo 3 del Acuerdo relativo a la soberanía, a la independencia, a la integridad y a la inviolabilidad territoriales, a la neutralidad y a la unidad nacional de Camboya). Sus firmatarios – dieciocho países amigos incluídas todas las potencias occidentales así como Australia y Japón – “se empeñan en promover y fomentar el respeto y el ejercicio de los derechos humanos y de las libertades fundamentales” (Artículo 15 del Acuerdo para un reglamento político global del conflicto de Camboya). Además, importantes anexos al mismo Acuerdo preveen para Camboya “un sistema de democracia liberal, fundado en el pluralismo”. Los textos prometen más específicamente a los camboyanos el respeto de los “derechos fundamentales”, “un poder judicial independiente”, “el derecho a un proceso justo y la igualdad ante la ley”, la “protección contra las expropiaciones arbitrarias” y “elecciones periódicas y correctas”, todos ellos elementos fundamentales de la democracia cuya falta de concreción explica la deriva autoritaria, por no decir totalitaria, del actual poder.

Para devolver al justo camino el proceso de democratización y reforzar los mecanismos de defensa de los derechos humanos en Camboya previstos por los Acuerdos de París, los gobiernos de los países signatarios y las instituciones donantes, como la Comisión Europea, deben asumir inmediatamente medidas idóneas para asegurar el efectivo respeto de todas las cláusulas esenciales de tales Acuerdos.

Es con el objetivo de consolidar la democracia en Camboya y de ayudar a este país a desarrollarse harmoniosa y durablemente sobre bases sanas que los electos de la oposición democrática camboyana (**) y parlamentarios de naciones amigas (***) lanzan este Llamamiento para la reactivación de los Acuerdos de París de 1991 sobre Camboya, en la vigilia del decimonoveno aniversario de su firma, el próximo 23 de octubre.

-------------------

(*) Texto íntegro de los Acuerdos en http://tinyurl.com/2ua2awb

(**) El Llamamiento ha sido iniciado por 26 diputados y 2 senadores camboyanos del Partido Sam Rainsy.

(***) Pedimos a los parlamentarios de los países amigos de Camboya que deseen expresar su propia solidaridad y apoyo, enviar simplemente su nombre a samrainsysrp@gmail.com. Se lo agradecemos vivamente.