´El caballero de Olmedo´, Màrius Carol

La agencia Efe distribuyó esta semana una foto del viceprimer ministro británico, Nick Clegg, que es todo un mensaje a la sociedad: en ella se ve al político liberal, con una camiseta de mercadillo y pantalón corto de Coronel Tapioca, saliendo de una cafetería castellana con sus tres hijos, uno de los cuales va sentado en un cochecito de bebé. Clegg, que está casado con Míriam González, una prestigiosa abogada vallisoletana de la City, pasa sus vacaciones en Olmedo, la localidad de Castilla y León donde nació su esposa. Como los tiempos no están para despilfarros, el número 2 del Gobierno británico ha decidido instalarse en casa de su suegra, después de coger un vuelo de bajo coste de EasyJet.

No es el primer verano que pasa en España, pero sí se trata del primer estío en que lo hace ocupando un cargo público. Poco han cambiado sus vacaciones con respecto a las de los últimos años, salvo en el número de días. Esta vez sólo ha podido descansar una semana, que no están los tiempos para gastos, ni para retozar demasiados días tumbado a la bartola.

El Gobierno de Cameron y Clegg estaba advertido de que las cosas andaban mal, pues cuando llegaron al poder recibieron la llamada del nuevo ministro de Economía, George Osborne, que les comentaba asustado que lo único que había encontrado en el despacho era una nota de su antecesor, el laborista Liam Byrne, en la que le advertía: "Siento decirte que no hay dinero en caja". Así que la primera decisión que tomó el Gabinete fue recortar gastos. Por ello, Clegg no dudó que debía instalarse, un año más, en casa de la suegra, disfrutar de sus empanadillas y gozar con el sol castellano que fríe las hamburguesas sin brasas.

Clegg ha sentido nostalgia de los desayunos de su país, pues la suegra no está por los huevos revueltos con bacon y el hombre se ha conformado con un café y la bollería castellana (no puede protestar porque su cuñada es la pastelera) del Rincón Mudéjar. Los vecinos destacan que el político es todo un caballero de Olmedo, pues, como el personaje de Lope de Vega, resulta atento, valiente y cortés.

15-VIII-10, Màrius Carol, lavanguardia