´La velocidad con el tocino saladillo´, Quim Monzó

El carnet de conducir de Josep Enric Millo -diputado al Parlament y presidente del Partido Popular en la provincia de Girona- se ha quedado sin puntos. Ni uno solo le resta, después de que los haya ido perdiendo como consecuencia de diversas infracciones del código de circulación, básicamente por exceso de velocidad.

Como es habitual en esas situaciones, la dirección general de Tráfico ha buscado al infractor -Millo, en este caso- para notificarle que, al haber quedado invalidado su carnet, como primera provisión tiene que dejar de conducir. Pero resulta que no lo ha encontrado. La dirección general de Tráfico ha sido incapaz de dar con todo un señor diputado. Ni en su casa, ni en la Cámara del parque de la Ciutadella, ni en la sede del PP gerundense. Missing total. Y resulta extraño, porque -si quieren encontrarlo, el día que sea- sólo tienen que hablar con su jefe de prensa, preguntarle qué actos públicos tiene ese día y presentarse: "Buenos días, tenga usted, señor Millo...". Pero, bien mirado, ¿por qué, si él tampoco se ha preocupado de dar señales de vida? De forma que -como se suele hacer en casos así- han colgado el edicto en el tablón del Ayuntamiento y lo han publicado en el Boletín Oficial de la Provincia. El Diari de Girona explica incluso quién lo firma: "Miguel Padilla Sánchez, en calidad de jefe accidental de tráfico en Girona en sustitución temporal de la jefa titular, María Carmen Padial". Que debe de estar de vacaciones.

En las elecciones de este otoño, Josep Enric Millo encabezará la lista del PP por Girona. Me encanta que el líder gerundense del partido que más dice velar por el orden y la moderación haya perdido todos -absolutamente todos- los puntos de su carnet de conducir. Y no sólo eso, sino que le importe un pito que el edicto se haga público. Me encanta por lo que tiene de consecuente en un mundo que cada vez deriva más hacia la incongruencia.

31-VII-10, Quim Monzó, lavanguardia