Los periodistas Julio César Gálvez (65 años de edad; condenado a quince años de prisión) y Ricardo González Alfonso (60; veinte años de condena), las dos caras visibles del grupo, aparecieron a mediodía en escena para lamentar su situación. Seis días después de su llegada a Madrid, el colectivo se siente abandonado. Así que lamentó las características del hostal -"niños pequeños deben compartir los baños comunes con personas con problemas de salud serios", dijeron-,insistiendo en que deberían haber recibido ayudas para buscarse un piso de alquiler.
No todos firmaron el manifiesto. Pablo Pacheco Ávila y Omar Ruiz Hernández, que serán reubicados en Málaga, se declararon "satisfechos" ante las atenciones de España. "No me siento traicionado, sino agradecido", dijeron.
Más allá de ese asunto, hay otros pactos en pie. En particular, los debates de la UE: a petición del ministro Moratinos, los Veintisiete se plantean la posibilidad de modificar su postura común ante el régimen de Castro, "Europa no debe reblandecerse ante Cuba", dijo Gálvez, en su lectura del comunicado.
Alos once excarcelados que habían llegado a Madrid la semana pasada se sumarán ahora otros nueve que saldrán de prisión y volarán hoy desde La Habana.
La portavoz de las Damas de Blanco, familiares de los 75 disidentes encarcelados en el 2003, consideró que los presos trasladados a España sufren en realidad un "destierro". Según Laura Pollán, su portavoz, es así como hay que considerarlo. Sobre todo, si se tiene en cuenta cómo están gestionándose las salidas de los liberados, conducidos directamente desde la prisión hasta el aeropuerto: "Ni siquiera les están dando 24 horas para que puedan despedirse de los familiares que no viajan con ellos. Es lamentable y muy triste", afirmó Pollán. La portavoz reiteró que las Damas de Blanco se manifestarán cada domingo, hasta el día en que todos los presos políticos sean libres.
