´No es para héroes´, Francesc-Marc Álvaro

Me lo dijo alguien que no ha hecho otra cosa en su vida: "La política no es oficio para héroes". La política, en una democracia homologable, no es para héroes. Lo cual, añado, no debería significar que la política deba ser para malvados, granujas y miserables. Entre ambos extremos, el del héroe y el del malvado, se mueve la mayoría de los que se ocupan de la cosa pública. Los hay buenos, malos y regulares, como los hay nobles, rastreros y oscilantes. Con todo, los peores son aquellos que combinan a partes iguales el cinismo y el fanatismo. Es decir, aquellos que recubren el interés sectario con solemnes y grandes palabras. Pienso en ello al observar cómo actúan los diputados que representan a las formaciones del tripartito en la comisión del Parlament que se ha creado para abordar la presunta financiación irregular de Convergència, dejando de lado otras derivaciones políticas.

Sobre el absurdo que supone una comisión creada para investigar a la oposición en vez de al Gobierno no hay mucho más que decir después de las fundamentadas palabras del director de la Oficina Antifrau, el fiscal Martínez Madero, figura independiente que señaló la aberración conceptual que se está escenificando. Dejemos que fiscales y jueces hagan su trabajo yque imputen a quien deban, sea del partido que sea. Lo único que pretende la comisión es montar un juicio paralelo contra CiU, a ver si se desinflan las expectativas electorales de Artur Mas. Algunos piensan que así se puede ganar la batalla. Que el PSC, contra su habitual realismo, haya cedido a la táctica de ICV y de ERC sólo indica una cosa: el socialismo catalán asume que es rehén de sus socios y deposita sus esperanzas en la política basura.

Dentro de una semana, Agustí Colomines, director de la Fundació CatDem -la antigua Trias Fargas-, comparecerá ante el Parlament. Colomines, que no es militante de CDC, asumió esta responsabilidad en diciembre del 2007 por un compromiso personal con Mas. A algunos convergentes de pura cepa no les gustó el nombramiento porque este historiador y poeta es alguien que tiene pensamiento propio y, además, lo expresa con agudeza. Y porque la primera vez que votó a CiU fue en el 2006. Lo importante es que Mas le encargó algo delicado que ha hecho muy bien: crear puentes hacia personas y entornos alejados de CiU, para que las ideas del nuevo catalanismo miren al futuro y no al pasado. Colomines es una rara avis: nunca fue pujolista, defendió el proyecto de Mas cuando muy pocos lo hacían, y no necesita la política para vivir.

Colomines irá al Parlament, por sentido institucional. Es su deber ante los representantes del pueblo, aunque estos hayan caído en la autoparodia. Este profesor no es un héroe, sólo alguien que no teme a la verdad. Pero Colomines no debería estar ahí. Son otros, vinculados durante años a la Trias Fargas, los que deberían dar la cara. No sería imprescindible que fueran héroes, bastaría con que fueran dignos.

28-VI-10, Francesc-Marc Álvaro, lavanguardia