Turquia censura milers de pàgines web

No parece que sea suficiente haber censurado el acceso a cinco mil páginas web en los dos últimos años. Ahora, las autoridades de Turquía han encontrado otro frente para controlar. El Gobierno turco endurecerá aún más el control que ya ejerce sobre el acceso de sus ciudadanos a la red con la puesta en funcionamiento del llamado IP Takip Merkezi o Centro de Seguimiento de Direcciones de IP. Auspiciada por los ministerios de Interior y Justicia, la nueva policía en la red se hará responsable de rastrear páginas web de contenido "nocivo" o "criminal"... y a sus visitantes.



A continuación, la justicia podrá cerrar el acceso a las páginas en cuestión de un plazo de 24 horas. Al menos eso es lo que proyecta sobre el papel. Los castigos para el usuario todavía no están decididos. De poco ha servido la petición de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) formulada en junio para que Turquía dejara de bloquear YouTube y otras páginas web. El bloqueo, según decía la jefa de libertad de medios de la OSCE, Dunja Mijatovic, impide a los ciudadanos turcos "formar parte de la sociedad mundial de la información".



En teoría, las limitaciones del servicio de internet se reducen a varias causas: fomento del consumo de drogas; difamación del fundador de la república, Kemal Atatürk; pederastia, prostitución; llamamiento o apoyo al suicidio, y por último lotería. Así está indicado al menos en una ley puesta en práctica en mayo del 2007. Sin embargo, a juicio de la OSCE y otras instituciones que velan por la libertad y los derechos humanos, la aplicación de la normativa legal en cuestión transgrede sus preceptos y no responde a los estándares internacionales de libertad de opinión.

Entre las páginas afectadas se encuentran también varios de los servicios de Google, como Google Books, Google Maps, Google Translate y Picasa, bloqueados de forma esporádica según usuarios turcos. El grado de protesta ahora ha llegado incluso a las más altas instancias turcas. Así, a principios de junio el mismo presidente, Abdullah Gül, utilizaba su cuenta de la red social Twitter para criticar la prohibición del popular portal YouTube. Una página web además que el primer ministro Recep Tayip Erdogan admitió utilizar incluso estando prohibida. Recientemente, también la edición on line del diario español El Mundo se ha sumado a las prohibidas, debido al contenido de un vídeo que presenta a un ex líder opositor de ideología kemalista después de mantener relaciones sexuales con la que fuera su secretaria.

14-VII-10, R. Ginés, lavanguardia