rars atemptats a Rangún

Birmània, llibertat per a Aung San Suu Kyi

Birmania ha empezado el nuevo año budista con violencia. Al menos nueve personas murieron y casi cien resultaron heridas ayer al estallar tres bombas en el centro de Rangún, la antigua capital del país. Este triple atentado, el más sangriento de los últimos cinco años, se produce cuando el régimen militar que gobierna desde 1962 prepara la organización de elecciones legislativas para finales de año. El atentado causó la muerte de nueve personas, cuatro mujeres y cinco hombres, y 94 más resultaron heridas, según indicó la televisión estatal. Entre los heridos hay varios policías, que fueron trasladados al hospital General de Rangún, según fuentes médicas.



Si bien los atentados no son extraños en este país gobernado por una junta militar de forma prácticamente ininterrumpida desde 1962, sí lo es que se produzcan en pleno centro de Rangún y en una fecha tan señalada como es la fiesta del agua, que marca la entrada del nuevo año budista. Una festividad que también se celebra en Tailandia.

Las explosiones se produjeron a una hora en que la mayoría de los habitantes de Rangún estaban en la calle y en un lugar muy concurrido. Las tres bombas estallaron a las tres de la tarde (hora local) en el parque Kandawgyi, una de las zonas más populares del centro de la antigua capital birmana, al que acuden miles de personas para celebrar el año nuevo.

Las explosiones se produjeron en cadena junto a la veintena de casetas de feria levantadas con ocasión de las fiestas por empresas próximas a la junta militar y tuvieron un efecto multiplicador. La zona fue inmediatamente acordonada por la policía, que desactivó una cuarta bomba, según la agencia France Presse.

El estallido provocó escenas de pánico en la multitud. "La gente llegaba al hospital empapada en sangre, gimiendo y llorando", explicó un empleado de la Cruz Roja.

Estas explosiones se han producido cuando el régimen militar prepara la primeras elecciones legislativas de los últimos veinte años. Pretende celebrarlas en torno al mes de noviembre, a pesar del boicot anunciado por el principal partido de la oposición, la Liga Nacional por la Democracia (LND), que lidera la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, en arresto domiciliario.

La junta militar acostumbra a atribuir estos atentados a los rebeldes de la minoría étnica karen, que lucha desde hace más de medio siglo por la autonomía de su región. Desde el pasado año, el ejército ha intensificado su ofensiva contra los guerrilleros de esta minoría étnica con el objetivo de evitar que boicoteen las elecciones.

16-IV-10, I. Ambrós, lavanguardia