El escritor Juan Villoro, flamante premio de periodismo Rey de España, habló esta semana de la sangre que se extiende por México a raíz de la cruzada contra el narcotráfico del presidente Calderón, y que los narcos ganan por goleada. Villoro barrunta que, después de 71 años de gobierno del PRI y una década de alternancia, los mexicanos decidirán volver al viejo poder omnipresente.
16-IV-10, M. Domínguez, lavanguardia
México es un país de sangre y plomo. El Presidente Felipe Calderón busca legitimarse con una guerra tan sangrienta como absurda contra el narco. Los carteles crearon una cultura propia que la política ya imita. El baño de sangre se volvió espectáculo. El narcotráfico ha ganado la batalla cultural e informativa porque golpea dos veces: en los hechos y en los medios.
Juan Villoro (DF, 1956) afirma lo anterior en “La alfombra roja, el imperio del narcoterrorismo”, crónica que fue galardonada en Madrid con el Premio Internacional de Periodismo Rey de España.
El autor mexicano escribió y publicó por primera vez su texto en 2008. Ayer, en entrevista, lamentó que la situación haya empeorado.
“No se ha combatido al narcotráfico en los ejes fundamentales, que son la complicidad de los mandos policiacos, del ejército y del gobierno, y tampoco se han atacado sus redes de financiamiento”, sostuvo.
El “baño de sangre” aumentó, dijo, sin que el gobierno ni los medios de información hayan sabido responder. ¿Es necesario que los ejecutados sean siempre fotografía de primera plana? ¿Habrá un discurso de esperanza paralelo al de la aniquilación?, se preguntó el escritor.
“Urge una conferencia nacional de medios donde se discuta hasta qué punto deben difundirse las escenas del crimen organizado, creo que los efectos de la difusión de la violencia pueden ser que se banalice y que se cree una situación de paranoia”, sostuvo.
Es necesario difundir y promover un discurso cultural, educativo, frente a la “gramática del miedo”, dijo el autor de El testigo. Sin embargo, se desmarcó del “gesto hipócrita” con que Calderón ha llamado a informar sobre las cosas buenas de México. “Pretende hacer publicidad del País”, dijo.
Publicado en 2008 en el diario argentino El Clarín, en 2009 en la revista colombiana El Malpensante, y en febrero pasado en El Diario de Catalunya, de donde fue tomado para el premio español de 9,000 euros, el artículo de Villoro retomó el nombre de la instalación “La alfombra roja”, que la artista mexicana Rosa María Robles exhibió en Culiacán en 2007.
Robles tomó mantas teñidas con la sangre de los “encobijados” y las colocó como una pasarela de Hollywood. Cuando la policía le quitó las telas, tiñó otras mantas con su propia sangre: “Antes podíamos pensar que la sangre derramada era de ellos. Ahora es nuestra”, concluyó Villoro.
“El narco ha ganado la batalla cultural”, añadió ayer por teléfono el colaborador de REFORMA. El Gobierno no lo puede combatir con una “estrategia de venganza”, con sus mismos métodos, sino considerándolo un problema global.
“El crimen maneja una gramática sumamente eficaz, se ha incorporado a la cultura popular a través de narcocorridos pagados por los propio carteles, de videos postproducción y subidos a YouTube, y al mismo tiempo ha hecho un alfabeto del crimen en donde incluso podemos hablar de ejecuciones de autor: cada cartel tiene sus propios métodos”, indicó.
En su artículo, conjugó notas periodísticas, investigaciones sociológicas y de la antropología, para dar cuenta de una subcultura emergente y de la manera como se le combate.
Acerca de Sandra Ávila, “La Reina del Sur”, capturada por el gobierno de Calderón y exhibida como un trofeo de su “guerra contra el narco”, Villoro apuntó:
“Ávila es una mujer hermosa, fuerte, desafiante, capturada por un mandatario débil, que se fracturó al caer de una bicicleta (un accidente de kindergarten), disminuido por los uniformes que le gusta lucir (en su cuerpo, todos parecen talla XL)”.
Ayer desde Suiza, a donde viajó para participar en el Foro de Davos, Calderón felicitaba a quien en su texto premiado afirmó: “La ‘Reina’ llegó como una presa irresistible para un presidente de pie pequeño”.
“Calderón inició su lucha contra el narco al asumir la presidencia, después de unas elecciones sucias, muy discutidas, utilizó al narcotráfico como cortina de humo y como una fallida exhibición de fuerza. No ha sido una estrategia inteligente y la prueba son los magros resultados y el baño de sangre que padecemos”, reafirmó Juan Villoro ayer.
29-I-10, reforma, ahorasi.com
