ŽAhorro federal; gasto en el SurŽ, Enric Juliana

La semana política que hoy concluye presenta cuatro trazos que dibujan un mapa un tanto esclarecedor. Veamos.

En Londres, el martes, el primer ministro Gordon Brown descolgó el teléfono y le pidió a José Luis Rodríguez Zapatero que deje tranquilos a los hedge funds, los fondos de alto riesgo con patente de corso.Zapatero - que hace unas semanas mitineaba en Inglaterra que nunca se someterá a los mercados-llamó de inmediato a la vicepresidenta Elena Salgado para ordenarle que la propuesta de regulación de los fondos asilvestrados saltase del orden del día del Ecofin (cumbre de los ministros de Economía de la Unión Europea). Capitaneando una sorprendente remontada, el rudo escocés Brown tiene alguna posibilidad de ganar a los conservadores en las elecciones legislativas de junio y ahora no le interesa para nada la hostilidad de la City. A Zapatero tampoco le conviene (ya probó la amarga medicina en la semana negra de febrero), y una victoria laborista en Gran Bretaña sería un gran regalo. Una excelente metáfora: nada está perdido por malas que sean las encuestas.

En el Bundestag de Berlín, Angela Merkel dijo el miércoles que los países que no consigan poner sus cuentas en orden deberían abandonar el euro. ¡Glups! Los alemanes están de muy mal humor. Han encajado con acidez las críticas francesas a su estrategia exportadora y lo de Grecia no les gusta nada. Y lo de España aún menos. Un dato que retener: los bancos alemanes tienen inscritos en sus balances el 21% de la deuda exterior española (174.460 millones de euros).

Atrapado por la pinza Londres-Berlín, Zapatero debe disminuir el déficit público como sea. Pero sólo falta un año para las elecciones autonómicas y municipales, en las que el PSOE arriesga un descalabro. El sendero es estrecho y el jueves la ministra de Sanidad obró en el milagro de poner de acuerdo a todas las autonomías para recortar el gasto farmacéutico en 1.500 millones de euros. La buena sanidad pública española cuesta mucho dinero y su crisis da pavor a todos los partidos. A la fuerza ahorcan. Pronto se hablará del copago. Moraleja: España es federal cuando la política tiene miedo, miedo de verdad, a lo que pueda pasar. La ministra Trinidad Jiménez se ha apuntado un buen tanto. (Retengan este otro dato: Jiménez puede ser la rival de Esperanza Aguirre dentro de un año).

Último trazo. El Consejo de Ministros se reunió ayer en Sevilla para socorrer al apurado socialismo andaluz. Más subvenciones y peonadas. Gasto. Más dinero para el Sur. ¿Aplaude con entusiasmo el resto de España? Los valencianos están que trinan. Un círculo puede estar cerrándose treinta años después de que el PSOE despegase propulsando, a la brava, la plena autonomía de Andalucía.

20-III-10, Enric Juliana, lavanguardia