El departamento no tiene constancia de que se haya practicado en Catalunya ningún caso de ablación de clítoris, aunque se está pendiente de una niña de Olot de 10 años que el verano pasado viajó a Gambia, su país de origen, con el riesgo de sufrir esta práctica y todavía no ha regresado. "No sabemos cual es la situación y la legislación actual no nos permite actuar hasta que la niña vuelva aquí. Cuando regrese, la menor se someterá a una exploración ginecológica", apuntó la consellera, quien quiso dejar claro que "dependiendo del resultado se tomarán las medidas pertinentes e intervendrán tanto la Generalitat como la justicia", ya que la extirpación total o parcial de los genitales en España se considera delito y la ley establece penas de entre 6 y 12 años de prisión.
Una de las herramientas para detectar y prevenir esta práctica son las mesas de coordinación, formadas por los departamentos de Educació, Interior y Salut además de los ayuntamientos y consejos comarcales. En Catalunya se han constituido 49 mesas, una veintena de las cuales se encuentran en la provincia de Girona por la alta densidad de mujeres procedentes de países africanos. En concreto, se calcula que este colectivo residente en las comarcas gerundenses asciende a 4.031 personas, de las cuales 1.874 tienen menos de veinte años y por lo tanto son población de riesgo.
En breve, se abrirá una nueva mesa de coordinación en la ciudad de Girona y a lo largo de este año también está previsto crear otras más en la provincia de Tarragona, que se sumarán a las que ya existen actualmente.
