polítiques que retroalimenten la ´crisi financera´

Habrá que preguntarse si la crisis financiera internacional se ha cerrado en falso. La mayoría de los bancos y entidades financieras ha resuelto sus problemas y ha saneado sus balances con ingentes ayudas públicas y con una financiación barata y sin límites por parte de los bancos centrales. Gracias a esta impresionante operación rescate, el mundo evitó la bancarrota del sistema financiero internacional, ha podido restablecer los circuitos del crédito -al menos en parte- y ha sentado las bases de una incipiente recuperación económica.

Pero ahora, pasada la tempestad, hay que preguntarse si es bueno que se haya salvado el sistema financiero internacional sin ningún coste profesional, económico ni penal para los directivos bancarios que pusieron en peligro a sus respectivas entidades con una mala gestión, cuando no fraudulenta, así como para los accionistas que lo permitieron a cambio de sustanciosas rentabilidades. La mayoría de ellos han salido indemnes.

También hay que preguntarse si ha sido una buena cosa salvar a todas las entidades bancarias sin distinción. Las mal gestionadas, y muchas de las que han ocasionado más problemas, vuelven a estar en igualdad de condiciones que las que han actuado siempre con la máxima profesionalidad, prudencia y eficacia.

La búsqueda del bien común, con ayudas masivas e indiscriminadas para todos, ha impedido que el mercado pudiera cumplir con su función de selección natural y eso ha penalizado la excelencia y el buen hacer.



Muy probablemente no hubo otra forma mejor de superar la grave crisis financiera por la que ha atravesado el mundo. Pero a nadie se le oculta que ello supone un grave riesgo para el futuro, ya que ha abierto el camino para que muchos caigan en la tentación de repetir la jugada, en la confianza de que tanto los estados como los bancos centrales volverán en su ayuda cuando las cosas se tuerzan de nuevo. El Banco Central Europeo ya ha expresado su preocupación al respecto y ahora lo hace el Banco de Pagos Internacionales. Esta entidad advierte que ha vuelto a resurgir la toma de riesgos excesiva y los comportamientos agresivos por parte de las entidades financieras, muy similares a los que provocaron la crisis, y eso es muy grave. Los gobiernos del G-20 y los bancos centrales deben reaccionar a tiempo para evitar que la bola de nieve de las malas prácticas financieras nos arrastre de nuevo a todos, en unos momentos en que a la elevada deuda del sector privado se suma el rápido aumento de la deuda pública en el mundo, un hecho que incrementa los niveles de vulnerabilidad del sistema financiero.

8-I-09, lavanguardia

A poco mas de dos años del estallido de la mayor crisis financiera desde la postguerra, la salud de los bancos inquieta de nuevo a las autoridades monetarias. Los gobernadores de los principales bancos centrales del mundo han invitado este fin de semana a Basilea, sede del Banco de Pagos Internacionales - BPI, banco central de bancos centrales-a los directivos de los principales bancos mundiales - entre los cuales el Santander y el BBVA-para hacerles partícipes de su preocupación por "los excesivos niveles de riesgo" en los que están incurriendo, olvidando que esa fue una de las causas del colapso financiero y la recesión económica del 2008 y 2009. Se da la circunstancia de que el director general del BPI es Jaime Caruana, ex gobernador del Banco de España durante los años en que esta institución practicó una política de prudencia que es ahora elogiada en foros exteriores.

La noticia la destapó ayer el Financial Times y la confirmaron fuentes del BPI, recordando que estas reuniones con los banqueros del sector privado se producen periódicamente y a menudo en enero.

Dos altos funcionarios de dos países miembros del Grupo de los Siete países más avanzados confirmaron a la agencia Bloomberg la invitación cursada a los responsables ejecutivos de los mayores bancos del mundo (esos mismos que, como ha dejado claro la crisis, son "demasiado grandes para quebrar", su hundimiento perjudicaría al conjunto de la economía global). Según el Financial Times,en la invitación que han recibido los banqueros se mencionan informes de que "las firmas financieras están volviendo a adoptar el comportamiento agresivo que prevalecíó durante el periodo anterior a la crisis".

En el plano macroeconómico, los responsables del BPI subrayan que la incipiente recuperación puede verse perturbada por "el exceso de deuda del sector privado y la creciente deuda pública". En las últimas semanas ha crecido la incertidumbre acerca de la fortaleza de la recuperación, cuando la mayor parte de los países empiecen a retirar sus programas de expansión fiscal.

La invitación del BPI es importante y relevante porque el "banco central de bancos centrales" - creado tras la Primera Guerra Mundial para gestionar el pago de las reparaciones de Alemania-fue la única institución económica internacional que advirtió ya en el 2005 y el 2006 sobre los peligros del excesivo endeudamiento del sector privado (un 350% del PIB en Estados Unidos, en el 2007). El contenido de la invitación sugiere que los economistas del BPI consideran necesario que la política monetaria actúe de forma preventiva para evitar la formación de burbujas especulativas. Lean si no. "La preocupación ahora es que la prolongada seguridad de una financiación muy amplia y barata pueda fomentar la toma de riesgos excesivos. Por ejemplo, unos bajos costes financieros asociados" a una curva de rentabilidades abrupta podría hacer que los inversores fueran vulnerables a futuras subidas en los tipos de interés a corto plazo. Estados

Unidos vivió en 1994 un crash en el mercado de bonos cuando la Reserva Federal empezó a subir sus tipos de interés desde el 3% al 5,25%.

Según el periódico británico, ya han confirmado su asistencia a la reunión Larry Fink, responsable ejecutivo de BlackRock, Vikram Pandit, de Citigroup y John Stumf, de Wells Fargo. Significativamente, Lloyd Blankfein, de Goldman Sachs, y Jamie Dimon, de JP Morgan, responsables de los dos bancos que más han crecido como consecuencia de la crisis financiera, no planean acudir a Basilea aunque han recibido la invitación pertinente. Fuentes del BBVA confirmaron ayer que Francisco González del BBVA acudirá a una cita en la que se da por segura la presencia de Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander. También participarán los representantes de HSBC, BNP Paribas e ING. Antes de fin de año, el BPI debe presentar sus recomendaciones para regular el sistema financiero y parece probable que propondrán un tope para el ratio entre capital y endeudamiento, el reforzamiento de los recursos propios y la adopción de medidas contracíclicas en línea con las del Banco de España.

8-I-09, M. Estapé Tous, lavanguardia