(Llei Electoral:) Com sabotejar la pressió civil?: amb una Comissió interpartits

Después de un mes de debate sobre la nueva ley electoral catalana, el objetivo de tenerla lista para la próxima cita con las urnas se antoja imposible. De los 50 asuntos que tratar por la ponencia del Parlament sobre la ley se han abordado 25 y sólo hay consenso en cuatro. El único acuerdo significativo al que se ha llegado es que las elecciones se celebren en día festivo. Después de tantos años sin una ley electoral propia, lo menos conveniente es aprobar una nueva con prisas. Las reglas de juego de unas elecciones no son un asunto menor y debe alcanzarse no sólo la mayoría cualificada requerida para aprobar la ley, sino también un consenso generalizado. Por ello, las prisas son malas consejeras. Sin embargo, los partidos ya sabían en noviembre, cuando crearon la ponencia, que el calendario era justo, pero primó la necesidad de responder al malestar de la opinión pública por los casos de corrupción. Si ahora se cierra sin resultados, habrán vuelto a frustrar las expectativas.

4-I-10, creemosque.../lavanguardia

Ponència conjunta del Parlament encarregada d´elaborar la proposta de llei electoral de Catalunya, membres: Lluís Maria Corominas i Josep Maria Pelegrí (CiU); Miquel Iceta i David Pérez (PSC-CpC); Anna Simó i Patrícia Gomà (ERC); Santi Rodríguez i Josep Llobet (PPC); Jaume Bosch i Lluís Postigo (ICV-EUiA), i Albert Rivera i Carmen de Rivera (Grup Mixt).

7-I-10, eldebat

Acció per la Democracia

Las declaraciones de buenas intenciones que la clase política hizo cuando irrumpió el caso Pretoria reabrieron el debate sobre la necesidad de hacer más directa la elección de los diputados con una ley electoral catalana. Ha pasado más de un mes y los grupos parlamentarios han vuelto a topar con la cruda realidad. La ponencia que se constituyó a finales de noviembre en el Parlament avanza con mucho debate, pero con un consenso escaso. De cincuenta asuntos por debatir, se han abordado veinticinco y acuerdos sólo ha habido cuatro. La ley electoral catalana se ha convertido en misión imposible.

Pasado el primer mes de los tres que se dieron los grupos, el asunto más relevante es que CiU y el PSC caminan en una dirección similar a la hora de definir cuál puede ser el próximo sistema electoral, pero justo cuando los dos grandes partidos acercan posiciones que se consideraban irreconciliables, surge el recelo de ERC y de los partidos minoritarios que se ven venir una "merienda bipartidista".

Los grupos parlamentarios constituyeron la ponencia admitiendo que habría dificultades para elaborar la nueva ley pero que había que intentarlo. Y tenían razón. Se han debatido 25 de los 50 puntos del informe encargado a un grupo de expertos y, para empezar por lo bueno, hay acuerdo en que las elecciones al Parlament sean en día festivo - se cierran así las especulaciones sobre el presunto interés de José Montilla en buscar un día laborable-.Asimismo, se ha pactado que si se crea la Sindicatura Electoral de Catalunya, este organismo sustituya a la Junta Electoral y además se encargue de organizar la campaña institucional de información y compruebe que los procesos para elegir a los candidatos por parte de cada partido se han hecho democráticamente. Otra cosa más complicada será la negociación de la composición de esta Sindicatura Electoral, habida cuenta la tentación habitual de distribuir los puestos según cuotas de partido que, de entrada, se intentará evitar.

Pero a falta de entrar a debatir los 25 puntos del capítulo de transparencia - un apartado más sencillo porque no hay escaños en juego-,lo debatido en las dos sesiones de trabajo celebradas no arrojan más pactos. Se pospone la decisión de alargar la jornada electoral para aumentar la participación, tampoco ha acabado de cerrar la posibilidad de un voto anticipado en los ayuntamientos ni el voto por internet, cuestiones que también fomentaría la participación.

No ha habido acuerdo de momento sobre si los candidatos tendrán que estar empadronados en la circunscripción en la que se presentan y las causas de incompatibilidades e inelegibilidad se tratarán posteriormente. Puestos a posponer, también deberá debatirse nuevamente sobre las urnas móviles para acercarlas a los colectivos con dificultades como en hospitales o cárceles.

En cambio, sí que se ha pactado distribuir sobres en braille.

Quedan sesiones por celebrar y sus señorías decidirán el ritmo que dan a la ponencia, pero teniendo en cuenta que no puede alargarse más allá del mes de febrero porque el tiempo de la legislatura se agota, la misión parece difícil. Debe tenerse en cuenta que, como no está aprobada la nueva división territorial de Catalunya en veguerías, es muy complicado discutir y avanzar en el sistema de representación.

El pasado noviembre los partidos señalaron que, por lo menos, intentarían aprobar algún "avance" legislativo sobre las medidas de transparencia propuestas en el informe de los expertos. El reto del nuevo año será comprobar si los grupos aúnan criterios en cuestiones como la prohibición de que el Govern realice inauguraciones desde el día que convoca las elecciones o en el apartado de los gastos, la obligación de presentar una única cuenta electoral.

Pese a todas las dificultades, el principal punto de la legislación - el sistema electoral-está dibujando un camino de entendimiento, aún incipiente, entre CiU y el PSC. Por una cuestión de tiempo y porque no se pueden cambiar las reglas a meses de las elecciones, el nuevo sistema electoral quedará por definir. Pero nacionalistas y socialistas han planteado un sistema de doble voto, que supondría la elección directa de un representante en cada demarcación territorial (comarcas, distritos de Barcelona y alguna otra área a definir en la que se prevé consenso) y, por otro lado, la votación a una lista cerrada de cada partido. Es un sistema que prima a los partidos "grandes" y al que ERC ya ha dicho que no acogiéndose al informe de los expertos - que plantea un sistema menos directo de elección-.

¿Se ha abierto el camino del futuro pacto? Puede, pero dependerá de muchas cosas y, en primer lugar, del resultado de las elecciones y las alianzas posteriores porque la ley necesita del apoyo de los dos tercios del Parlament.

4-I-10, C. Sen, lavanguardia

La dificultad de cambiar el sistema electoral -confección de listas, reparto de escaños...- y por tanto las normas de juego entre partidos ha impedido avanzar en la elaboración de una ley electoral. La ponencia creada en el Parlament no resolverá esta cuestión en los tres meses que se ha dado.

21-XII-09, C. Sen, lavanguardia

Los grupos parlamentarios constituyeron ayer la ponencia para la elaboración de la ley electoral con ganas de abordar el debate pese a que todos constataron abiertamente las dificultades de llegar a un acuerdo sobre la representación -listas y reparto de escaños-. La ponencia se dio tres meses para tener una propuesta legislativa y para ello los diputados se reunirán semanalmente. Para acelerar el debate, se acordó que cada grupo acudirá el próximo día 3 con una posición definida sobre los cincuenta puntos del informe de la comisión de expertos. Aunque los grupos del tripartito apuntaron la conveniencia de dejar para el final la discusión sobre la representación debido a las diferencias de criterio, al final se apostó por seguir el orden del informe de los expertos: participación, representación y transparencia. Si no hay consenso, no se encallará el debate sino que se seguirá con los temas que sí puedan prosperar. Los grupos señalaron que al margen de las evidentes diferencias que surgirán en el reparto de escaños y la definición del sistema electoral con las autonómicas en ciernes, se puede lograr una propuesta legislativa sobre el capítulo de transparencia: gastos, campaña, medios de comunicación y sindicatura electoral.

21-XI-09, lavanguardia