cundeix lŽexemple dŽagents que denuncien la corrupció de la policia russa

Al presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, que la semana pasada hizo un balance de la lucha contra la corrupción más positivo que negativo en su discurso anual sobre el estado de la nación, le han comenzado a crecer los policías que han decidido airear los trapos sucios de la institución. El primero fue Alexei Dimovski, un mayor de la ciudad de Novorosysk, en el mar Negro. Una semana antes del discurso presidencial, su vídeo casero llegó al concurrido portal de internet YouTube y provocó la sorpresa en la sociedad rusa, demasiado acostumbrada a la corrupción cotidiana pero poco a que todo se exponga a las claras.

El ejemplo de Dimovski, despedido días después, ha cundido y ya circulan por la red global al menos otros cinco vídeos de ex policías y funcionarios que, en otras regiones de Rusia, exponen sus quejas y sus denuncias. El último en convertirse en un pequeño héroe es un agente de la ciudad industrial de Togliatti. Como Dimovski, el mayor Alexei Mumolin critica un sistema que según él obliga a acusar a cualquier ciudadano de delitos que no ha cometido. "Mi trabajo es la prevención del crimen, pero debido a los tejemanejes burocráticos eso no existe", dice Mumolin.


Alexei Dimovski

Un día antes, un funcionario de la fiscalía militar de Sochi sostenía que, por orden de sus superiores, los investigadores deben acusar a inocentes. En un vídeo de diez minutos, el capitán Alexander Popkov asegura que "en Rusia se absuelve a menos del 1% de los acusados". "Nuestro sistema procesal está dirigido no a conocer las causas, sino a condenar a los individuos por cualquier medio. Si el juez los deja libres, fiscal e investigadores se enfrentan a numerosas inspecciones, explicaciones y castigos".

Popkov, que trabajó como investigador en la fiscalía y que hoy hace trabajos de secretaría al pesar sobre él una acusación de deserción, dice estar "cansado de discutir en voz baja con los colegas, a sabiendas de que no va a cambiar absolutamente nada".

Una policía de los Urales, la mayor Tatiana Domracheva, anunció en un vídeo el pasado fin de semana que ha recopilado 800 páginas sobre la corrupción policial en su provincia, Sverdlovsk. Según el portal Yekaterimburg News, Domracheva se quejó a sus superiores de la instalación en dependencias policiales de una firma comercial, tras lo cual "comenzaron las amenazas de despido, de disminución de complementos salariales, las broncas".

La semana pasada un ex policía de tráfico de Moscú, Vadim Smirnov, denunció en una web de las organizaciones profesionales que le despidieron por hablar con los sindicatos. Yen la provincia de Komi, en el norte de la Rusia europea, el ex mayor de la policía judicial Mijail Yevseev explica en su correspondiente vídeo que, antes de dejar el cuerpo el año pasado, envió sin éxito cartas a sus superiores denunciando la fabricación de causas criminales.

Como todos los denunciantes, Yevseev ha tenido motivos personales para grabar sus denuncias. A él no le concedieron un piso que cree merecer por su servicio en el Cáucaso. A otros les han despedido o se sienten presionados en su trabajo. Pero a todos ellos la red les ha dado la posibilidad de hacer sonar su sirena. Y eso no es poco. Dimovski ha logrado al menos llegar hasta Moscú, y el Ministerio del Interior ha decidido investigar sus denuncias.

19-XI-09, G. Aragonés, lavanguardia