´Ejes paralelos´, Modest Guinjoan

El crecimiento económico y la especialización productiva llevan asociados el mayor movimiento de mercancías. El auge de la logística en todo el mundo así lo pone de relieve. Catalunya no es una excepción, y este sector da hoy empleo a más trabajadores que cualquier sector industrial clásico. La ampliación del puerto de Barcelona y de su zona logística permitirá convertir Barcelona en un hub logístico internacional. Catalunya puede ser la puerta sur de Europa, y ejercer la función que, salvando distancias, ejercen históricamente Rotterdam y Amberes en la fachada atlántica.

Uno de los déficits más importantes que quedan por cubrir es la conexión ferroviaria de ancho europeo dedicada a mercancías con Francia, país a la vez mercado y lugar de paso para otros mercados. El ferrocarril es, por coste unitario en distancias medias, por respeto al medio ambiente y por incapacidad de absorción del sistema viario de tanto camión, el modo de transporte ineludible que debe complementar el nuevo nodo portuario. Cuando la necesidad de Barcelona ha coincidido con la de otros puertos de España, ha empezado tratarse la oportunidad de un eje ferroviario de mercancías.

Si no fuera porque en las decisiones sobre grandes infraestructuras el juego político tiene tanta incidencia, estaría la mar de tranquilo en este tema. La lógica geoeconómica aconseja que el eje ferroviario nazca en Algeciras y discurra por el litoral mediterráneo. Es donde hay la mayor actividad productiva, además de una potente infraestructura viaria y, sobre todo, porque acoge los grandes puertos de Valencia y Tarragona, además del de Barcelona.

Que varios puertos compartan un mismo cordón umbilical ferroviario hacia el norte no sólo es eficiente, sino que refuerza el atractivo de toda la fachada portuaria mediterránea como puerta de entrada a Europa por el canal de Suez. Significados políticos del Gobierno central se llenan la boca de la prioridad del eje mediterráneo, y lo más probable es que se convierta en una realidad, aunque sea tarde.

Pero el tema no está cerrado. La propuesta del eje de mercancías Algeciras-Madrid-París, cruzando los Pirineos por Aragón está captando adeptos. Tiene el apoyo del poderoso lobby político andaluz yde sus cámaras de comercio, además ser la opción prioritaria de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras. A Madrid no le iría nada mal.

Desde una perspectiva catalana, prácticamente desde sus inicios la Generalitat moderna ha reclamado la conexión para mercancías con Francia. Pero quien tiene el dinero y competencias va a paso de tortuga, no sólo conectando hacia el norte, sino también hacia el sur. Además, hay indicios de que se podría estar priorizando la vía aragonesa.

Dejar descolgados los puertos mediterráneos obligándoles a hacer corredores "afluentes" de un único eje a centenares de kilómetros es un escenario inimaginable. Podría ser que se apostase por dos ejes, uno con base en Algeciras y otro para el Mediterráneo. Por favor, antes de seguir, que nos digan las cargas de tráfico, las inversiones requeridas, los costes, incluso medioambientales, y quién paga. ¡Ah!, y si es posible sin retrasos, que en Catalunya ya vamos servidos de este atributo.

8-X-09, Modest Guinjoan, Barcelona Econonia y UPF, lavanguardia