Unió Ibčrica (de moment, en premiar electoralment la corrupció)

Un punto más por cada año de cárcel a que ha sido condenado. Ésta es la polémica renta electoral que obtuvo el alcalde de Oeiras, Isaltino Morais, en las municipales portuguesas del domingo. Morais, sentenciado en agosto a siete años de prisión por corrupción, logró una clara reelección, al pasar del 34,5% de los votos de 2005 a un 41,5%. Su recurso de apelación le permitió presentarse a los comicios y lograr una victoria que escandaliza a Portugal...

El domingo, en las municipales, el bipartidismo renació por efecto del sistema electoral mayoritario, pero las patologías del sistema se expresaron a través de la reelección de Isaltino Morais y de Valentim Loureiro, alcalde de Gondomar, también condenado por corrupción.



En cambio, la ex socialista Fátima Felgueiras no logró mantenerse en la alcaldía de Felgueiras, mientras está pendiente de una condena de tres años de cárcel. En 2005 ganó a pesar de haber escapado previamente a Brasil por un caso de corrupción.

El triunfo electoral de políticos manchados por la ilegalidad no es un fenómeno exclusivo de Portugal. También se ha producido en diversos puntos de España. En el caso luso llama la atención las dificultades para expulsar de la vida pública a los protagonistas de grandes escándalos.

En Oeiras hay además un ingrediente añadido. porque sociológicamente cuenta con el electorado más "sofisticado" de Portugal, según destacaba el domingo Marcelo Rebelo de Sousa, ex presidente del PSD y comentarista de la televisión pública lusa. Oeiras, una ciudad satélite de Lisboa de 172.000 habitantes, presume de tener la mayor concentración de licenciados y doctores universitarios del país. No es un recóndito pueblo del Alentejo o el Miño.

El sociólogo Luis Sousa, especialista en corrupción, explicaba ayer el triunfo de Isaltino Morais por su política de redistribución de "servicios, formación y empleo". El polémico alcalde, que fue ministro en el gobierno del actual presidente de la Comisión Europea, Durão Barroso, prometió cumplir su mandato "hasta el final", a pesar de la condena por fraude fiscal, abuso de poder y lavado de dinero.

13-X-09, A. Lugilde, lavanguardia