informe UE sobre la gènesi de la darrera guerra georgianorrussa

Más de mil cien páginas ocupa el informe independiente encargado por la UE para aclarar qué ocurrió la noche del 7 de agosto del 2008 en Tsjinvali (Osetia del Sur). Es decir, cuáles fueron las causas de la guerra entre Georgia y Rusia, que en cinco días dejó 850 muertos y 100.000 desplazados, de los que un tercio no ha vuelto a sus casas.

Entre tantas páginas, ambas partes han encontrado argumentos para culpar a la otra parte del inicio del conflicto. Pero aquella confusa noche fue Georgia quien disparó primero, afirma la investigación dirigida por la diplomática suiza Heidi Tagliavini. Y ante "la cuestión de si el uso de la fuerza por parte de Georgia en Osetia del Sur (...) estaba justificado en el marco del derecho internacional", la respuesta es que "no lo estaba". Moscú, no obstante, figura como responsable del contexto de tensiones, provocaciones e incidentes registrados en la región separatista los meses previos.

La UE, presidida en ese momento por Nicolas Sarkozy, logró un alto el fuego entre las partes y poco después puso en marcha la primera misión de esclarecimiento de su historia sobre las causas de la contienda. Tagliavini, que ha trabajado con apoyo de decenas de expertos militares, historiadores y juristas, entregó ayer el texto a representantes del Consejo de Ministros de la UE, las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y los embajadores de los países juzgados, Rusia y Georgia, que salieron a marchas forzadas de la sala para estudiar su contenido y dar su veredicto.

El informe echa por tierra la tesis siempre defendida por el presidente Mijail Saakashvili de que su ejército respondía a una invasión del territorio de Osetia del Sur por parte de tropas rusas. "Ninguna de las explicaciones de las autoridades georgianas" para dar una coartada legal a sus acciones "resultó ser válida", afirma comedidamente el informe. Por otro lado, Rusia violó el derecho internacional al actuar fuera de la frontera administrativa de Osetia del Sur y su acción militar "fue mucho más allá de los límites razonables de la defensa".

Moscú discrepó en este punto y se justificó porque enviando menos soldados, la guerra hubiera durado más días, según su embajador ante la UE, Vladimir Chizhov, que calificó de objetivo el trabajo de la diplomática suiza. El Gobierno georgiano prefirió destacar otros pasajes del informe para concluir que la guerra no empezó el 7 de agosto del año pasado sino mucho antes.

La importancia del contexto geopolítico tampoco es desdeñable. La guerra se enmarca en el afán de distintas potencias por controlar rutas y recursos energéticos y los planes expansivos de la OTAN, que ha intentado sumar a Georgia entre sus miembros. EE. UU., recuerda, prestó "un apoyo político claro a Georgia y personalmente a su presidente".

Gracias a su ayuda financiera, su ejército dobló su tamaño en poco tiempo.

La política de Moscú de dar pasaporte ruso a los ciudadanos de Abjasia y Osetia del Sur caldeó aún más los ánimos y supuso "un desafío y una injerencia". Ambos territorios se declararon independientes tras la guerra, aunque pocos países además de Rusia los reconocen.

1-X-09, B. Navarro, lavanguardia