´El humor es cosa seria´, Quim Monzó

El humor está bajo sospecha. Por lo que se ve hay quien añora aquellas épocas en las que los diarios no podían publicar ni caricaturas de Franco. Hace meses, Jordi Pujol dijo que no le gustaba que en Polònia se mofasen del Papa. Cuando, hace cuatro años, estrenaron El hundimiento,que Bruno Ganz hiciese de Hitler no gustó a la progresía alemana. Quedo a la espera de las críticas que a buen seguro recibirá Quentin Tarantino por sacar a Hitler en Malditos bastardos.

Tampoco se puede hacer burla de Núñez, el ex presidente del Barça. Días atrás, Jordi Pujol i Ferrusola publicó una carta en El Punt y en Avui en la que se quejaba de cómo se meten con él en Crackòvia:"Es pot fer broma, conya, sorna, xanxa, burla... riure, però tot ha de tenir un límit (evidentment, cadascú posa la ratlla on ho creu convenient, i no té per què ser coincident). Si se sobrepassa aquest límit es pot caure en l´avorriment, la manca de respecte, el desig de fer mal... et passes de voltes!, deixes de ser agradable per ser desagradable o molt desagradable i fer pena més que gràcia. El dilluns de la setmana passada, 14 de setembre, el Crackòvia (nova temporada) es va passar del límit (el meu, és clar!), i per tant exigeixo, sí, exigeixo! (tothom ho fa, no?) que es deixi de vexar l´expresident del FC Barcelona, el Sr. Núñez. No hi ha dret! La broma s´ha convertit en insult. És immoral. Quina manca d´imaginació, de creativitat, de neteja mental...". Etcétera.

Es una carta interesante. No veo yo que la caricatura de Núñez que dan en Crackòvia sea especialmente cruel. Lo retratan como un llorón pesetero, sí. ¿Y? ¿Dónde está el problema? Es un tipo curioso, este Jordi Pujol i Ferrusola. A finales de los ochenta, cuando me pasaba las noches en el bar Mas i Mas, coincidí con él un par de veces. Yo tenía entonces treinta y pico años y a lo largo de la vida nunca nadie se había metido con mis tics. El primero que lo hizo fue Pujol i Ferrusola. Yno una vez, sino las dos que coincidimos. Estaba obcecado, el hombre. Me miraba y me preguntaba: "Com és que no fas res per controlar els tics?". Yo le contestaba: "Per què me´ls he de controlar?". Pero él insistía. Una vez le contesté: "I per què no li fots aquest rotllo a ton pare?". Me dijo: "Perquè ell se´ls controla. Es posa davant del mirall, es mira fixament als ulls i s´hi està estona, sense fer-ne cap!". Yo pensaba: tiene narices que sea precisamente el hijo de Pujol quien se meta con tus tics. A punto estuve de aconsejarle que buscase asesoramiento profesional para solucionar la evidente obsesión que la figura paterna le creaba. Pero, comprensivo, acabé por disculparle: ser hijo de Pujol no debe ser fácil, pensé. Tras leer la irritación que ahora le produce la caricatura de Núñez empiezo a pensar que debí haberle dado el consejo. Lástima que la doctora Melfi, la de Los Soprano,viva tan lejos, porque además es guapa.

25-IX-09, Quim MOnzó, lavanguardia