´Todavía no, pero...´, Isabel Garcia Pagan

No sé qué me vas a preguntar, pero me opongo. El Gobierno central está acostumbrado a eso, a rechazar de antemano, a lo Groucho Marx y sin vacilar, cualquier reivindicación de mayor autogobierno. Cepilló el Estatut, se hace el remolón con cercanías, no cede con la gestión de El Prat y aún torea con la financiación autonómica. No digamos ya si la pregunta huele a autodeterminación. Que se lo pregunten al ex lehendakari Juan José Ibarretxe, que se llevó a su retiro el portazo político y judicial de Madrid.

La oposición gubernamental, siempre Constitución en mano, eso sí, roza estos días el ridículo cuando lo que tiene delante es la iniciativa del Moviment Arenyec per l´Autodeterminació, que quiere hacer una encuesta en Arenys de Munt. Sí, una encuesta, porque lo de ayer no fue ni una consulta popular, ni mucho menos un referéndum independentista. Para todo eso, se necesita el permiso del Gobierno, y ya se sabe, la respuesta es no.

Fue una encuesta en un pueblo - como las que hacen la Generalitat y el CIS preguntando a varios miles de ciudadanos por la independencia sin ningún reparo-y acabó teniendo una repercusión inversamente proporcional a su valor legal gracias a la Falange, a los jueces y al Gobierno. Todos ellos lograron que Arenys de Munt - 21,3 kilómetros cuadrados-se convirtiera en la capital mundial de la tópica fiesta de la democracia y facilitaron que unos cuantos ayuntamientos tomaran nota y busquen día para copiar la experiencia y se les coloque en el mapa de gratis.

Y sí, ayer en Arenys ganaron los independentistas, el resultado estaba cantado, no tiene valor legal ni estadístico. Pero fue una victoria moral - como el nombre del local donde se votó-que marca una senda popular nunca antes explorada para dar respuesta a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Nada de manifestaciones preventivas, votos por la independencia. Votos que CiU está condenada a acompañar discretamente, ante los que el PSC sólo puede callar y de los que ERC intenta sacar tajada con permiso del doctor Joan Carretero. ICV ni está ni se le espera en esa batalla (que se lo pregunten al alcalde de Arenys, héroe abandonado del día) y el PP... seguirá haciendo de PP.

Pero que no cunda el pánico en la meseta. Soñar es gratis, también en Catalunya, y el resultado no sería el mismo si se convocara un referéndum de verdad, vinculante, de autodeterminación. Las encuestas más realistas, u optimistas, según se mire, sitúan en torno al 20 por ciento los catalanes dispuestos a secundar un proceso de independencia.

Es cierto, no han dejado de crecer en los últimos años, pero, aun así, hoy la respuesta todavía es no. No, pero...

14-IX-09, Isabel Garcia Pagan, lavanguardia