Dos hombres enmascarados entraron ayer hacia las diez y media de la mañana en las oficinas del Gobierno de la república rusa de Ingushetia, en el Cáucaso, y mataron a tiros, en su despacho, al ministro de la Construcción. Este es el último de una serie de ataques contra altos representantes del Ejecutivo y de otras instituciones en esta inestable región. En junio, el propio presidente ingush, Yunus Ben Yevkurov, sufrió gravísimas heridas en un atentado cometido por un suicida que hizo estallar su vehículo al paso del convoy oficial. Yevkurov estuvo un tiempo en coma y sólo esta semana ha recibido el alta médica.
El ministro de la Construcción de Ingushetia, Ruslan Amerjanov, se encontraba ayer en sus oficinas de la capital, Magás, cuando entraron los pistoleros. Uno llevaba un rifle de asalto y el otro una pistola, según la portavoz de Interior, Madina Jadziyeva. Los asaltantes abandonaron el edificio y huyeron en un vehículo que les estaba esperando. En el ataque resultó herido el ayudante y sobrino del ministro, Magomed Amerjanov.
La primera hipótesis que baraja el Gobierno ingush es que el ataque tenga relación con las investigaciones del ministro, que tras ocupar el cargo comenzó a auditar proyectos de construcción en los que descubrió prácticas corruptas.
La república de Ingushetia, mayoritariamente musulmana, y otras regiones del Cáucaso ruso luchan desde hace años contra independentistas islamistas que se inspiran en las guerrillas chechenas o tienen lazos con grupos criminales locales. Estos islamistas dirigen sus ataques contra los gobiernos locales apoyados directamente por el Kremlin.
Los ataques de los insurgentes o las operaciones militares son casi diarias en Ingushetia y Daguestán, ambas repúblicas rusas, vecinas de Chechenia. Esta última, que ha sufrido dos guerras en los últimos 15 años, permanece relativamente tranquila, aunque se han registrando ataques esporádicos y secuestros. Hace dos días aparecieron muertos dos activistas de derechos humanos a los que habían secuestrado la víspera. Poco antes del atentado de junio contra el presidente Yunus Ben Yevkurov, otros dos altos funcionarios de la región morían a manos de los radicales. El 10 de junio la vicejefa del Tribunal Superior de Justicia, Aza Gazgereyeva, fue asaltada cuando acudía a un jardín de infancia a recoger a sus hijos. Tres días después fue tiroteado al salir de su casa el ex viceprimer ministro Bashir Aushev. También el pasado junio un francotirador mató al jefe de la Policía de Daguestán.
13-VIII-09, G. Aragonés, lavanguardia