Rebiya Kadeer,
líder del Congreso Mundial Uigur
En la puerta del Centro Uigur de Munich, un coche policial monta guardia. "Sólo hoy hemos recibido siete llamadas amenazantes", dice Ashgar Can, 50 años, vicepresidente del Congreso Mundial Uigur, la principal organización nacionalista de esa etnia en el exilio. La víspera alguien lanzó cócteles molotov contra la sede del consulado chino. "No sabemos nada", dice Can. "No creo que haya sido nadie de nuestra comunidad, la policía investiga".
Rebiya Kadeer,
líder del Congreso Mundial Uigur
Con más de 500 uigures, la capital bávara es el principal centro occidental de la diáspora uigur, que tiene sus mayores comunidades, después de China, en Kazajistán y Kirgizstán. El origen de la comunidad de Munich es la fundación, en los setenta, del servicio en lengua uigur de Radio Liberty, la emisora de la CIA. Un pariente de Can trabajaba en ese servicio. Él llegó de Xinjiang cuando era niño, atravesando el Pamir hacia Afganistán en una caravana invernal. La comunidad se manifestará hoy frente a la embajada china en Berlín.
"Restablecer el orden es lo verdaderamente patriótico", era el mensaje que lanzaban desde los camiones, explica Melissa Chan, corresponsal de la cadena de televisión Al Yazira en Urumqi, según la cual el dispositivo militar está siendo bastante efectivo para restablecer la normalidad e impedir más violencia. Si eres rubio y de piel blanca, filmar a chinos es peligroso estos días en Urumqi, explica Melissa, pero ella es china, lo que tampoco es bueno para trabajar en barrios uigures, dice...
Según Can, "la cifra de muertos no es 156, sino entre 600 y 800". "Es lo que nos dice la gente con la que contactamos allá". Según sus fuentes, la mezquita Jan Tengry (Jan de los Cielos), una de las mayores de Urumqi, que lleva el nombre de la segunda montaña más alta del Tian Shan, situada entre Kazajistán y Kirgizstán, "ha sido incendiada por los han".
10-VII-09, R. Poch, lavanguardia
