Esperanza Marchita reverdece con el 5´8% de los votos (10´8% en México DF)

Platos rotos y caras largas en el PAN. En el PRI, grandes sonrisas, aunque festejos comedidos. Pero en el cuartel general de Esperanza Marchita, la alegría no se ocultaba. La candidata virtual de los partidarios del voto nulo había logrado superar a muchas de las fuerzas políticas marginales que viven del millonario presupuesto electoral con cargo al erario. Los partidarios del voto nulo celebraban que habían alcanzado el 5,8% de los votos a nivel federal y el 10,8% en la capital del país. Votos que expresan desencanto, hartazgo y desconfianza hacia una clase política corrupta. Los grandes partidos aseguraron que toman nota del éxito de un movimiento ciudadano espontáneo y en crecimiento.

"¡Que nadie levante acta de defunción del PRI!". La frase es de Felipe González y la pronunció hace exactamente nueve años, cuando el Partido Revolucionario Institucional fue desalojado del ejecutivo federal tras siete décadas de hegemonía política en México.

La admonición del ex presidente español no negaba, sin embargo, el fin de la dictablanda y el comienzo de una muy particular travesía del desierto del hasta entonces partido de Estado más viejo del mundo. Su penitencia terminó la madrugada de ayer, con el escrutinio electoral: el PRI estaba de vuelta y regresaba noqueando a sus adversarios a diestra y siniestra. México despertó y el dinosaurio todavía estaba aquí. Como antaño, volverá a marcar el ritmo político de este país, con la vista fija en las presidenciales del 2012.

En las elecciones del domingo lo ganó casi todo. Igual que en los viejos y oscuros tiempos del carro completo (mayoría aplastante), su maquinaría territorial funcionó con precisión e instinto, y acabó barriendo a la derecha del Partido Acción Nacional (PAN) y ala izquierda populista del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Frente a las demás fuerzas políticas, se disputaba los 500 escaños de la Cámara de Diputados del Congreso federal - que se renueva cada tres años, mientras el Senado lo hace cada seis-,así como los gobiernos, parlamentos y alcaldías de seis estados de la República. En la capital del país competía por la renovación de la Asamblea Legislativa local y los jefes de las 16 delegaciones (distritos) de la ciudad.

Al final de una jornada que se desarrolló sin incidentes de gravedad - pese a que un grupo de sus seguidores acabó a balazos con la policía en un municipio de la zona metropolitana de la capital-el PRI, con el 36,81% de los votos, se alzó con el control de la Cámara baja y la victoria en cinco de los seis Gobiernos locales en liza. En estos procesos infligió una derrota inclemente al PAN, que sumó el 27,91% de los sufragios. El partido del presidente Felipe Calderón, el mismo que sacó al PRI de Los Pinos el año 2000, pierde el título de primera fuerza política del país, además de ejecutivos locales y alcaldías en varios de sus feudos estratégicos. Estados como San Luis Potosí y Querétaro, o municipios como Guadalajara, de larga tradición panista vuelven al redil priista, al que también regresan poblaciones valiosísimas del cinturón industrial del Distrito Federal.

Por el flanco izquierdo, el PRI le arranca al escindido PRD - donde milita el alcalde capitalino Marcelo Ebrard-varios municipios con gran peso popular de la zona metropolitana y un enorme caudal de votos en el conjunto de la votación para diputados federales. Así, el PRD, con un 12,23% de los votos, pasa de ser la segunda fuerza parlamentaria a un débil tercer lugar.

Con la irrebatible victoria del PRI, el Gobierno de Felipe Calderón ya no está acotado por un Congreso dividido casi en tercios. A partir de hoy es una presidencia maniatada. El presidente se ha comprometido a trabajar con la nueva configuración del Parlamento, de la que dependen reformas cruciales y a la que deberá someter su agenda política. El PRI tendrá, en adelante, la última decisión.

7-VII-09, E. Sabartés, lavanguardia


"¡Voy a votar por Esperanza Marchita! Los políticos ya no me volverán a tomar el pelo", comenta Juana Bátiz, empleda de comercio de la capital mexicana.

Esperanza Marchita, una candidata virtual, se ha convertido en símbolo de un desencanto común. Es ya uno de los ersonajes más mediáticos de la campaña para las elecciones legislativas del 5 de julio. Ante el hartazgo de la ciudadanía, varias asociaciones cívicas, con el apoyo de intelectuales de renombre, piden respaldar a esa figura inexistente para mostrar el hastío que provocan partidos y políticos. Uno de sus lemas es: "Para políticos nulos, votos nulos".

mira -i escolta!- a Denise Dresser explicar a youtube (6´09´´)
perquè votar a Esperanza Marchita

El debate surgió como resultado de la impotencia de millones de mexicanos frente al modo en que son gobernados. Algo grave está pasando cuando una mujer dulce como Dulce María Sauri, que ha sido gobernadora de Yucatán y presidenta nacional del PRI, apoya que se emita voto nulo en protesta ante tanta bajeza política.

"No cambiaremos el resultado, pero siendo el voto la única arma que tenemos, vamos a usarla para expresar nuestro rechazo a los políticos", dijo Alberto Serdán, coordinador de Propuesta Cívica, uno de los grupos que pide votar por Esperanza Marchita. El voto por Esperanza Marchita, que no será considerado válido, "es una llamada de atención a los partidos y al Instituto Electoral Federal (IFE) para que acepte candidaturas independientes y ciudadanas", señala Martín Faz, activo promotor del voto nulo.

Votar nulo o en blanco el 5 de julio, cuando se elegirán 1.128 cargos entre gobernadores, diputados locales y alcaldes, además de los 500 legisladores del Congreso nacional, fue una idea que surgió en blogs y redes sociales de internet como facebook, Hi5 y MySpace y a través de vídeos en YouTube. La iniciativa tuvo buena acogida al reflejar la insatisfacción social con partidos millonarios con dinero público. La intención pregonada es no abstenerse sino acudir a las urnas y expresar su malestar anulando el voto.

La anulación no pretende dinamitar el sistema de partidos, sino mejorar su funcionamiento. El movimiento no va contra la democracia, sino que forma parte de un proyecto más amplio de dignificación de la política. Para los impulsores puede ser un partegauas para regenerar la democracia y a un Congreso corrupto que vive ajeno al país.

Es tan fuerte la indignación de los mexicanos con sus políticos y gobernantes que el movimiento del voto nulo, que surgió apenas hace unas semanas, se expande con velocidad de vértigo. Según una encuesta del diario Reforma, en mayo, el 10% del electorado pensaba anular su sufragio; en junio ya subió al 15%. Y va en rápido aumento.

Uno de los analistas más reconocidos, Sergio Aguayo, académico del Colegio de México, señala que la degradación de los partidos no es pasajera. "Están fundidos con las redes de intereses corruptos que nos exprimen y maltratan. Se salvan personas, grupos e institutciones, pero son incapaces de modificar el quebranto ético y la mediocridad". Aguayo subraya que ya es hora de que las lluvias de verano "nos libren de tanta mugre acumulada por los partidos, que han secuestrado la democracia en beneficio de pequeñas burocracias". Según la analista Denise Dresser, "el sistema de partidos funciona muy bien para la clase política, pero muy mal para la ciudadanía".

Esperanza Marchita no tiene rostro pero sí una historia interesante. Es de Chihuahua, tierra de mujeres que se hacen fuertes en la lucha y el bandono. Se llama Esperaza porque nació hace 23 años, el día en que dos políticos honrados decidieron que la derecha y la izquierda se unirían para combatir el fraude electoral. En 1994, sus padres se afiliaron a Alianza Cívica, una asociación civil que peleó por la democracia. Celebró las derrotas del PRI y las victorias de la oposición. Creía en el futuro. Poco a poco, sin embargo, se le acabó la ilusión. Ahora, vive rodeada de coruupción e inseguridad. "Mis padres -cuenta la joven- me pidieron que fuera candidata de los que se sentían defraudados por los partidos. A quienes lean esta carta les pido que si los candidatos no los convencen, escriban mi nombre en la parte inferior de la boleta. A lo mejos así la clase política entiende su responsabilidad perdida. Recuerden, Marchita no quiere decir muerta, ¡Estoy bien viva!".

21-VI-09, J. Ibarz, lavanguardia