El régimen militar de Birmania - que gobierna desde 1962-permitió ayer la entrada de 30 diplomáticos y periodistas en el tercer día del juicio contra la líder opositora San Suu Kyi. La Junta decidió abrir las puertas del juicio, en la prisión Insien en Rangún, para calmar el creciente malestar internacional que ha levantado el caso. Suu Kyi, que apareció en la vista con aspecto sano y serena, agradeció el apoyo recibido y dijo que la han tratado bien. La Nobel de la Paz podría ser condenada a cinco años más de arresto domiciliario si la sentencia prospera.
21-V-09, reuters, lavanguardia
San Suu Kyi proclamó ayer su inocencia en el quinto día de juicio contra la líder opositora, sus dos asistentas y el estadounidense que se coló en su residencia de Rangún. "No soy culpable, porque no he cometido ningún delito", respondió Suu Kyi tras ser preguntada por el presidente del tribunal. La Nobel de la Paz culpó a la seguridad del régimen, cuya laxitud permitió que un intruso nadara por el lago hasta su casa y entrara en ella, informó su abogado, Nyan Win. Es la primera vez que Suu Kyi testifica en este juicio, que ha levantado la indignación internacional.
21-V-09, afp, lavanguardia
