´Pan para hoy...´, Miquel Ramirez

Estamos en crisis. Son evidentes todos los síntomas: decrecimiento en el PIB, cierres empresariales, paro y deflación. Creemos saber que saldremos de la crisis, incluso nos decimos que saldremos más fuertes, pero la realidad es que no sabemos qué hacer, estamos como barco en tempestad, achicando agua y capeando como podemos la situación, quizás la diferencia está que en un barco todos entienden que la salvación es colectiva y en esta crisis mucha gente no ve más allá de su propia circunstancia.

Salir de la crisis es aceptar que estamos en el mismo barco, que son necesarias todas las manos… y un capitán que sepa que hacer.

No puedo aportar nada en la búsqueda de capitán pero si sobre qué hacer. Hay que crear un ecosistema que favorezca la inversión en sectores de alto valor añadido, intensivos en conocimiento y con altas tasas de generación de empleo cualificado.

Como bien sabemos por la química, ciertos procesos necesitan lo que técnicamente se llaman catalizadores, sustancias que provocan que los procesos se desencadenen. El sector, el proceso que queremos proponer es el de creación y despliegue de las nuevas infraestructuras de telecomunicación: la fibra hasta el hogar, FTTH en el argot, y el despliegue de la tecnología DOCSIS 3.0 en las redes de cable.

Las infraestructuras constituyen la base de la pirámide de valor del sector TIC, mejores infraestructuras posibilitan nuevos servicios de conectividad, mejor conectividad ofrece oportunidades a las nuevas aplicaciones empresariales y sector del ocio, las nuevas aplicaciones necesitan nuevos contenidos. Todo el sector se mueve si se mueven las infraestructuras.

Las Operadoras no desplegarán las nuevas redes ahora, la crisis atacará directamente a su cuenta de resultados y el mecanismo de defensa será la reducción de la inversión y el control de costes, que puede pasar por la reducción de empleo, tanto directo como el de contratistas y proveedores.

Salir de este círculo vicioso requiere catalizadores. Los catalizadores tienen que incidir directamente en la cuenta de resultados de las Operadoras. Nuestra propuesta es desgravación fiscal para las inversiones en despliegue de redes ultrarrápidas, inversión pública selectiva en zonas en las que la tasa de retorno del capital sea mayor que cinco años, implantación de las redes ultrarrápidas en el interior de los edificios a cargo de los propietarios.

Quizás sea esta última medida la que requiere una mayor explicación. Se trata de que como ahora sucede con las ICT, o con el resto de “utilities”, agua, gas, electricidad, es la propiedad la que invierte en los tramos interiores de la red en el edificio. La consecuencia es la creación de un mercado de trabajo para nuestros técnicos e instaladores, una mejora evidente de las posibilidades de competencia y una disminución de las necesidades de inversión por cliente para las Operadoras. Estamos pues en uno de esos escenarios win/win que explican en las escuelas de negocios. Pongámonos en marcha.

No voy a criticar el posible plan de ayudas al sector de la automoción, cifradas en 800 millones de euros, pero ni 800 ni 8000 aseguran el futuro del sector, que tiene los centros de decisión fuera de nuestras fronteras. El sector TIC puede empezar con menos de la mitad y decidimos aquí.

IV-09, tecnonews, Miquel Ramirez. Decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación de Cataluña