´No hay Estatut sin buenas finanzas´, Josep M. Muñoz

La afirmación es de Ramon Trias Fargas, el economista y político liberal cuya trayectoria acaba de ser rescatada con pulcritud y esmero por Jordi Amat en una biografía que ha merecido el Premi Gaziel de Biografies i Memòries, impulsado por la Fundación Conde de Barcelona y que edita La Magrana. En un capítulo, y gracias a unas anotaciones personales conservadas del político nacionalista, Amat reconstruye la participación de Trias en la acelerada negociación del Estatut con el gobierno de UCD por los representantes parlamentarios catalanes, en los primeros días de agosto de 1979 y en las dependencias de la Moncloa.

La narración de Trias, breve y sincopada, no tiene desperdicio. No hay que olvidar que él fue uno de los primeros economistas en señalar el histórico déficit fiscal de Catalunya, por lo que es muy consciente de la importancia que tiene el capítulo estatutario dedicado a la hacienda. Pero al mismo tiempo se muestra escéptico: "La gent a Catalunya vol l´Estatut, però sense sacrificis". Los catalanes tienen miedo, se queja, a que les fastidien las vacaciones. En la mesa negociadora, el peso del debate lo llevan, por el Estado, el entonces ministro de Hacienda, Jaime García Añoveros, y su predecesor Francisco Fernández Ordóñez; por parte catalana, Ernest Lluch y el propio Trias. Las perspectivas no son nada halagüeñas: al anticatalanismo "agresivo" de los funcionarios de Hacienda, se suma el carácter "manso" de los negociadores catalanes. Sólo Trias osa dar un par de puñetazos sobre la mesa.

Mientras, desde el PSOE, Alfonso Guerra trata de influir en lo posible para conseguir un Estatut "solidario" con Andalucía, la posición del Gobierno es ir dejando para el final la financiación autonómica. Al fin y al cabo, además de la "reacció visceral" que producen los temas de "llengua i educació", todo gira en torno a los calés,al dinero. Y aquí la posición del Gobierno es clara: el Estado cede a Catalunya unos servicios cuyo coste hay que valorar. "Aquesta fórmula - apunta Trias-té dos avantatges: la sobirania és de Madrid i amb pocs calerets se´n poden sortir". Aunque acabará defendiendo las bondades del Estatut, Trias saldrá derrotado de la negociación. Sólo un comentario que añadir: estamos hablando de hace exactamente 30 años. Y aún estamos en ello.

6-IV-09, Josep M. Muñoz, director de ´L´Avenç´http:// lavenc. blogspot. com/, lavanguardia