Iran ofereix col.laboraciķ contra el narcotrāfic afgančs

A propuesta de la Administración Obama y bajo los auspicios de las Naciones Unidas, representantes de 82 países y de numerosos organismos internacionales se citaron en La Haya para, por quinta vez desde el 2001, conjurarse por el futuro de Afganistán, a pocos meses de la celebración de elecciones presidenciales. "La ONU debe hacer más, debemos acabar con los debates estratégicos - reclamó Kai Eide, representante de la ONU en Afganistán-.Sabemos qué hay que hacer". La demanda, desoída en tiempos de George W. Bush, recibió ayer un apoyo general en La Haya.

Incluso la OTAN reconoció que, en el futuro, el componente civil en Afganistán será al menos tan importante como el militar. El anuncio de los nuevos planes de Washington para la región pareció inyectar savia fresca en la comunidad internacional, que renovó su compromiso con el país sin hacer anuncios de ayudas o tropas destacables.

Entre los participantes estaba el Gobierno iraní, representado por el viceministro de Exteriores Mohamed Mehdi Ajondzadeh. La Haya fue el primer foro en que coincidían representantes de Teherán y Washington desde que Barack Obama ofreció poner fin a 30 años de enfrentamientos. No hubo reunión bilateral con Clinton, pero sí un encuentro, "casual y cordial", entre la delegación iraní y Richard Holbrooke, enviado de EE. UU. a la región, que acordaron estar en contacto.

Ajondzadeh anunció colaboración con la comunidad internacional para estabilizar Afganistán: "Irán está totalmente preparado para participar en proyectos contra el narcotráfico y planes para desarrollar y reconstruir" el país, anunció Ajondzadeh. La delegación estadounidense aplaudió este paso y completó su oferta de diálogo entregando una carta a la delegación iraní en la que solicita ayuda para que tres estadounidenses puedan abandonar el país.

La promesa de cooperación iraní en Afganistán, no obstante, vino acompañada de una severa crítica al anunciado aumento de los efectivos militares en el país: "La presencia de tropas extranjeras - advirtió el ministro iraní-no ha mejorado las cosas y no parece que su aumento vaya a ayudar".

No fue la única crítica a su plan que oyó EE. UU. El ministro pakistaní Mahmud Qureshi insistió en que la comunidad internacional "debe respetar la soberanía e integridad territorial" de su país. Clinton celebró la colaboración de los países vecinos, "crucial", dijo, para el éxito de la estrategia. No tuvo palabras de aliento para el presidente afgano, Hamid Karzai, caído en desgracia, y sí críticas al "cáncer" de la corrupción, crítica frecuente al Ejecutivo afgano.

El ministro ruso Serguei Lavrov apoyó la iniciativa de dialogar con los talibanes, insistiendo en que deberían "renunciar a la violencia, romper con Al Qaeda y reconocer la Constitución afgana". Clinton admitió que "todavía debe probarse" que algunos insurgentes quieran "alejarse de los talibanes", pero recordó la experiencia en Iraq y apostó por ofrecer una alternativa a quienes no militan en sus filas por convicción, sino "por desesperación".

El impulso del desarrollo económico del país, en particular de su agricultura, es una de las claves de la nueva estrategia estadounidense que ayer hizo suya la comunidad internacional. El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel ÁngelMoratinos, habló incluso de lanzar un plan Marshall verde para impulsar la agricultura.

Ante el impulso norteamericano, el Gobierno francés ha reaccionado organizando una iniciativa europea para formar a la policía militar afgana. El proyecto, en el que estudian colaborar España, Italia, Portugal y Holanda, podría concretarse en la próxima cumbre de la OTAN. Moratinos evitó dar cifras sobre la posible participación española, pero, de acuerdo con su homólogo italiano, Franco Frattini, España podría enviar 40 guardias civiles para formar a gendarmes afganos.

1-IV-09, B. Navarro, lavanguardia