´La seriedad de los países serios´, Lluís Foix

Un país serio actúa con seriedad. En política, decía Harold Macmillan, la esencia del juego es el timing,el calendario, el hacer las cosas a su tiempo, cuando toca. Explicar que te has equivocado o que te has saltado las formas es peor y más costoso que la misma equivocación.

No creo que se trate de pedir la dimisión de la multicolorista ministra Carme Chacón. Es una mujer inteligente que ha conseguido ser la mejor valorada del Gobierno dando un toque de dulzura y profesionalidad al frente de las fuerzas armadas. Su inesperado anuncio a las tropas de que "es hora de volver a casa" tenía un punto de demagogia. No sé por qué los soldados tienen que ser los primeros en enterarse de que se van a ir de Kosovo cuando el propio Zapatero prometió que cualquier envío o retirada de tropas al extranjero pasaría por el Congreso. El anuncio causó perplejidad en la delegación de la Moncloa que se dirigía a Washington para preparar una reunión entre Zapatero y Obama, el ministro Moratinos dijo que no era partidario de la retirada y varios portavoces de los países de la Alianza Atlántica manifestaron su sorpresa por una decisión que se interpreta como que España huye de los conflictos en los que sus gobiernos se han comprometido.

La ministra Chacón se salió como pudo en la rueda de prensa de ayer en la base de Rota. Habría sido más propio que fuera el presidente Zapatero el que explicara la confusión generada por el anuncio de la retirada que, según se desprende de la película de los hechos, sólo conocían él y la ministra. Chacón no quiso entrar en que la imagen del Gobierno en los últimos días ha sido de descoordinación y desconcierto. Basó su intervención en que España no ha reconocido la declaración unilateral de independencia de Kosovo y que, por lo tanto, la presencia de tropas en aquel país ya no tiene sentido.

El fondo del problema no está en los Balcanes, sino en la política de los dos grandes partidos españoles que decidieron no reconocer la independencia de Kosovo hace un año pensando más en la unidad de España que en la estabilidad en los territorios de la ex Yugoslavia. No es aconsejable hacer política exterior pensando en las consecuencias que pueda tener en la política interior española. El resultado es ofrecer una imagen de fragilidad tanto en la política interior como exterior. Es priorizar la táctica sobre la estrategia.

24-III-09, Lluís Foix, lavanguardia