Pocas horas después de que Pekín se quejara formalmente por el asunto del Impeccable,el Congreso estadounidense adoptaba una resolución de apoyo al pueblo tibetano, justo el día del quincuagésimo aniversario de la fallida revuelta de Lhasa contra Pekín.
Esta vez la reacción china fue en la propia capital de EE. UU. Durante su visita a Washington, el ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, dijo en un discurso que "Tíbet es una parte inalienable del territorio de China y los asuntos tibetanos son exclusivamente asuntos internos chinos"...
16-III-09, I. Ambrós, lavanguardia
