el President (...) Zardari cedeix a la pressió de Sharif per Chaudhry

El revanchismo político que amenazaba con engullir a un país atenazado por la talibanización y la bancarrota se tomó ayer un respiro cuando el primer ministro de Pakistán, Yusuf Reza Gilani, anunció la decisión del gobierno de devolver a sus funciones al presidente del Tribunal Supremo, Muhammad Iftikhar Chaudhry, acabando temporalmente con la amenaza de graves disturbio en todo el país.

Horas antes, los accesos a la capital de Pakistán estaban bloqueados, el ejército puesto en alerta y miles de agentes desplegados para impedir lo que parecía inevitable. Un pulso decisivo entre el presidente, Asif Ali Zardari, del Partido Popular de Pakistán (PPP), y el líder de la opositora Liga Musulmana (PML-N), Nawaz Sharif, que lideraba la marcha cuyo destino final era hoy Islamabad y con la independencia judicial como pretexto.

Las manifestaciones, que se iniciaron el jueves en Karachi, llegaron ayer a Lahore, capital del Punyab y feudo de la oposición. A raíz de la prohibición gubernamental de dichas concentraciones, por supuestas amenazas terroristas, la policía se enfrentó con gases lacrimógenos a miles de manifestantes, que a su vez destrozaron varios autobuses. A última hora de la tarde, no obstante, la policía se retiró y permitió que Sharif eludiera el arresto domiciliario para encabezar la manifestación y, acto seguido, la caravana de coches que esta mañana tenía previsto hacer su penúltima parada en Rawalpindi. Allí le espera su hermano Shahbaz Sharif, con el que pretende hacer una entrada triunfal en la vecina capital federal. No obstante, la sentada programada frente al Parlamento ya ha sido desautorizada por el Gobierno.

El origen del actual tumulto político estaba en la decisión de los hermanos Sharif, hace tres semanas, de apoyar la nueva marcha de los abogados que pretendían la rehabilitación del presidente del Tribunal Supremo, Iftijar Chaudhry, destituido por el general Musharraf durante el estado de excepción del 2007. Aunque el Gobierno había restituido a casi todos los sesenta jueces que entonces se negaron a secundar a Musharraf, no fue así, hasta ayer, en el caso de Chaudhry. Presuntamente, porque Asif Ali Zardari temía que su restitución invalide la amnistía que Musharraf le concedió - a él y a su esposa Benazir Bhutto-por delitos de corrupción.

El 25 de febrero, en una decisión considerada política, el Tribunal Supremo inhabilitó a los hermanos Sharif para ocupar cargos políticos por condenas de hace casi una década. Shahbaz Sharif perdía la condición de primer ministro del Punyab, la provincia más poblada, regida desde entonces por un gobernador. Aunque Zardari y Sharif se unieron tras las elecciones de hace un año para desplazar a Musharraf de la presidencia, las animosidades han reaparecido. Ahora, este tétrico panorama parece en camino de ser reconducido.

16-III-09, J.J. Baños, lavanguardia

La calma volvió ayer a Pakistán. Tras varios días de crecientes protestas rentabilizadas por la oposición de Nawaz Sharif, el Gobierno de Yusuf Raza Gilani anunció el domingo la rehabilitación de Iftijar Chaudhry como jefe del Tribunal Supremo y otros jueces destituidos en el 2007 por Musharraf, desactivando así la gran manifestación prevista para ayer frente al Parlamento y restituyendo - por el momento-la estabilidad política en el país más inestable de todos los que poseen el arma atómica.

17-III-09, ap, lavanguardia