"Si la Bonino fuera española...", 2006

En cuanto se acercan las elecciones los liberales se encuentran con el mismo conflicto. ¿A quién hay que votar? No existe ninguna alternativa liberal en España, y hay que elegir entre una derecha conservadora e intervencionista, o una izquierda estatalista y rendida al nazionalismo reaccionario. En Italia no existe ese problema, los liberales pueden votar al excéntrico Partido Radical, de Emma Bonino y Panella. El compromiso radical con la libertad les ha llevado a enfrentarse con el poder de la Iglesia Católica en la política italiana. Defienden con ardor el derecho al aborto, la eutanasia, el matrimonio gay, la investigación con células madre y el "divorcio exprés". Se oponen a la penalización de la prostitución y lideran la lucha antiprohibicionista que pretende legalizar las drogas. En 1989 promovieron una candidatura prolegalización en España, con el respaldo de gente como Fernando Savater, Maruja Torres, Arrabal, Escohotado, Javier Krahe... En materia económica también defienden ante todo la libertad individual. A su lado el P.P. es una banda de socialistas albaneses que no han acabado de salir del mario. En las últimas elecciones italianas se ha constituido una alianza electoral que resulta sorprendente, vista desde nuestro país. "La Rosa n´el Pugno" ha unido a liberalesradicales con socialistas. No hace falta decir que en Italia existe una izquierda que en España está desterrada. Allí hay socialistas cuyo compromiso con la libertad les ha llevado a ser anticomunistas convencidos, y no sólo se levantan ante la bandiera de EE.UU., sino que hicieron gala de su atlantismo en los peores años de la Guerra Fría. Se trata de una izquierda que se ha despojado de sus dogmas y no se ofende con la leyenda "liberali" en su escudo electoral. No existe nada parecido en nuestro panorama político. En Euskadi los bolcheviques más feroces se convierten en monaguillos del PNV, a cambio de un puñado de peladillas y de un traguito de vino de misa. En Cataluña forman parte de la oligarquía partitocrática. Incluso han conseguido superar a la derecha nacionalista y vaticanista con su obsesión por perseguir a las prostitutas por las calles de Barcelona. Puestos a buscar aliados eligen a los enemigos más reaccionarios de las libertades individuales. A aquellos que en nombre de la Santa Tradición exigen que el Estado anule y aplaste al individuo para formar una nueva nación con esa pasta uniforme. En estos momentos más que nunca se echa de menos una opción progresista formada por quienes se sienten traicionados por una izquierda entregada a la Reacción, una "Rosa nel Pugno" española. En Cataluña ha aparecido algo que se le puede parecer, una alternativa laica, progresista y que defiende la libertad frente al colectivismo nacional. Me refiero a Citadans de Catalunya, un intento valiente para enfrentarse a ese partido único con cuatro cabezas que gobierna desde siempre. El primer rasgo que dejan ver, su oposición a los valores de la tribu, ha levantado muchas expectativas. Sobre todo entre los fascistas que les niegan a momporro limpio el derecho de expresión. La capacidad dialéctica de Albert Boadella y su descaro de bufón ácrata garantizan el espectáculo. No es suficiente que aparezca sólo en Cataluña, haría falta que se extienda por toda las península, y las islas. ¡Si la Bonino fuera española...!

Opinion - Lunes 12 de Junio de 2006 Nasser Mouaffak