un món sense les mínimes garanties de llibertat individual

Las autoridades de Malasia deportaron ayer a Arabia Saudí, donde fue inmediatamente detenido, a un bloguero que había huido del país después de ser acusado de apostasía por unos comentarios que escribió en Twitter sobre Mahoma. Varios expertos religiosos saudíes han dicho que Hamza Kashgari, de 23 años, debe ser ejecutado.

Organizaciones en defensa de los derechos humanos habían pedido a Malasia, país de mayoría islámica y con estrechos vínculos con Riad, que no entregara al joven. "Los clérigos saudíes ya han decidido que es un apóstata y debe ser castigado - advirtió Christoph Wilcke, de Human Rights Watch-.El Gobierno malasio no debería ser cómplice y sellar el destino de Kashgari".

El 4 de febrero, día del nacimiento de Mahoma (Maulid), el joven periodista y bloguero publicó una serie de tuits en los que mantenía una conversación imaginaria con el profeta. "En el día de tu cumpleaños, te diré que he amado al rebelde que hay en ti, siempre has sido una fuente de inspiración, pero no me gusta el halo de divinidad que te rodea. No voy a rezar por ti (...) No te haré reverencias, no besaré tu mano. Mejor la apretaré como hacen los iguales y te sonreiré si tú me sonríes. Te hablaré como un amigo, nada más", escribió.

La polémica se desencadenó de inmediato. En 24 horas, el tuit había recibido más de 30.000 respuestas, muchas de ellas amenazas de muerte. Un famoso jeque saudí, Naser al Omar, colgó un vídeo en YouTube en el que pedía, entre lágrimas, la ejecución de Kashgari por insultar al profeta.

El joven, columnista en el diario Al Bilad,pidió perdón y borró sus mensajes. Fue en vano. Temiendo por su vida, huyó de Arabia Saudí. Fue detenido el jueves en el aeropuerto de Kuala Lumpur, cuando hacía escala en su viaje hacia Nueva Zelanda, donde pretendía solicitar asilo.

Malasia y Arabia Saudí no tienen tratado de extradición oficial, pero el Gobierno malasio decidió enviarlo de vuelta a Riad la noche del domingo. El ministro del Interior malasio justificó ayer la deportación. "No permitiré que Malasia sea vista como un refugio para los terroristas y fugitivos, o un país de paso", declaró Hishamudin Husein. Añadió que las alegaciones de que el bloguero podría ser torturado y ejecutado son "ridículas, ya que Arabia Saudí es un país respetable".

La Unión Europea condenó la decisión. "Nos ha decepcionado profundamente saber que las autoridades malasias han deportado al señor Kashgari", declaró la portavoz de Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea

La Interpol negó haber participado en la extradición y haber transmitido la orden de detención, como habían insinuado las autoridades malasias.

Los ministros del Interior y de Asuntos Exteriores saudíes se han negado a comentar el caso, pero el titular de Información, Abdulaziz Joya, escribió en Twitter: "Cuando leí sus tuits, lloré y me enfadé mucho porque alguien en el país de las Dos Mezquitas Sagradas (las de La Meca y Medina) ataque a nuestro profeta de manera impropia para un musulmán (...) He dado instrucciones para que se le prohíba escribir en cualquier medio saudí".

Arabia Saudí no tiene un Código Penal, pero la apostasía es uno de los seis "delitos contra Dios" señalados en el Corán, cuyos castigos incluyen la pena de muerte. Arabia Saudí ha condenado y ejecutado a gente por este crimen.

14-II-12, agcs/red, lavanguardia