Cort Federal d’Apelacions californiana declara inconstitucional prohibir el matrimoni homosexual

Una Corte Federal de Apelaciones ha declarado este martes que la prohibición del matrimonio homosexual aprobada por el Estado de California en unas elecciones de 2008 es inconstitucional. La decisión deja el caso en manos del sistema judicial, en vías de ser resuelto por el Tribunal Supremo.

Los tres jueces de la Corte de Apelaciones han establecido por dos votos a uno que otro juez estatal había interpretado correctamente la Constitución al decidir que la Proposición 8, que prohibió el matrimonio homosexual en California en 2008, viola los derechos civiles de los gais.

Según los jueces, la Proposición 8 "no tiene otro objetivo que reducir el estatus y la dignidad humana de gais y lesbianas en California y clasificar sus relaciones y familias como inferiores a las de las parejas de distinto sexo", algo que viola la decimocuarta enmienda de la Constitución norteamericana, que garantiza igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.

La decisión del tribunal no legaliza el matrimonio homosexual en California, por lo que las parejas del mismo sexo que deseen casarse en este Estado deberán esperar. Los defensores de la Proposición 8 han alegado en anteriores ocasiones que quieren apelar la decisión del Tribunal de Apelaciones ante un comité superior, formado por 11 jueces, y en el caso de no recibir una sentencia favorable, ante la Corte Superior de Justicia estadounidense.

“Aunque la Constitución permite que las comunidades apliquen las leyes que consideren pertinentes, también requiere que haya al menos una razón legítima para aprobar una ley que trata a distintos grupos de personas de manera diferente. La Proposición 8 no contaba con una razón así para ser aplicada”, dice la sentencia (PDF).

A pesar de que el matrimonio homosexual está legalizado en cinco estados norteamericanos, la decisión de los jueces solo se aplica a la legislación de California. Allí se legalizaron las uniones entre personas del mismo sexo en 2008, cuando el Tribunal Supremo del Estado revocó dos leyes que limitaban el matrimonio a la unión entre un hombre y una mujer. El matrimonio homosexual quedaría en el aire otra vez cinco meses después cuando, coincidiendo con las elecciones presidenciales, los ciudadanos de California respaldaron la Proposición 8 con el 52% de los votos.

Los jueces no se pronunciaron específicamente sobre la legalidad del matrimonio homosexual, que deberá decidir una corte superior, siempre que no se apruebe antes una ley a nivel federal, es decir, por el Capitolio. La sentencia reconoce que, “independientemente de si la Constitución otorga o no el derecho a casarse a parejas del mismo sexo, un derecho que ha sido concedido durante mucho tiempo a parejas heterosexuales, se trata de una asunto muy controvertido. No necesitamos contestar ni contestaremos en este caso a esa cuestión más amplia”.

Los tres jueces, que escucharon los testimonios de las dos partes implicadas hace más de un año, debían decidir también sobre la petición de una de las partes para que se recusara al juez que inicialmente dictó la sentencia en contra de la Proposición 8. Según la defensa, el juez Vaughn Walker debía haber revelado que mantiene una relación con otro hombre antes de dictar su sentencia, pero no compartió la información hasta que ya se había jubilado. La Corte de Apelaciones, sin embargo, no vio evidencia de imparcialidad en la actuación del juez por ser homosexual y respalda su actuación.

Los dos jueces que votaron en contra del veto al matrimonio homosexual son Stephen Reinhardt, nombrado por el expresidente Jimmy Carter, y Michael Daly, por Bill Clinton. Randy Smith, fiscal general bajo el mandato de George W. Bush y el juez más conservador, respaldó la prohibición.

7-II-12, C.F. Pereda, elpais

Prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo es una violación de los derechos civiles de gays y lesbianas y, por tanto, inconstitucional. Un juzgado de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos falló en contra de una enmienda que prohibía las bodas gays en California y avaló la decisión adoptada en este sentido por un tribunal inferior, dejando claro que el matrimonio gay es compatible con la Constitución estadounidense y la jurisprudencia de la Corte Suprema.

Pese a este fallo, que fue adoptado por dos votos a uno, es muy posible que la cuestión llegue a la Corte Suprema si finalmente es recurrida, como anunciaron los defensores de la norma, conocida como proposición 8. En cualquier caso, tendrán que pasar dos semanas antes de que las parejas vuelvan a poder casarse en California, ya que el fallo no tiene efectos inmediatos, según explicó el portavoz del tribunal, Dave Madden.

"Aunque la Constitución permite a las comunidades aprobar la mayoría de las leyes que crean deseables, se requiere que haya al menos un razón legítima para la aprobación de una ley que trata de forma diferente a personas de distintas clases; no había una razón semejante por la que pudiera aprobarse la Proposción 8", indicó el magistrado. La decisión, sin embargo, sólo se refiere al caso de California y no se extiende a los otros ocho estados donde tiene jurisdicción.

Sólo seis de los 50 estados que constituyen Estados Unidos tienen legalizados los matrimonios entre personas del mismo sexo.

7-II-12, publico