Emma Bonino, "Nueva ministra", VI-06

Nueva ministra

Gala, 5-VI-06.

Nueva Ministra italiana para asuntos europeos. Le cuesta hablar sobre su vida privada, pero aun así reconoce la huella que han dejado en ella sus padres, los hombres y ser madre de acogida durante cuatro años.

En su casa del Trastevere, en Roma, Emma Bonino posee numerosos objetos y muebles regalo de su abuela. Se trata de un pequeño apartamento que refleja fielmente su personalidad: dulce y cariñosa. Pero también es una mujer fuerte y carismática. Férrea defensora de los derechos de las mujeres, ha sabido consolidarse como una de las primeras figuras políticas en Europa. Nació en 1948 en Bra, en la región piemontesa de Italia, y es hija de un granjero y de un ama de casa, Catterina, que se dedicó a la educación de sus tres hijos. Emma recuerda perfectamente lo fríos que eran los inviernos en esa región y lo calurosos que eran sus veranos. Recén nombrada ministra italiana para Asuntos Europeos por el primer ministro Romano Prodi, reconoce que sobre su vida privada y familiar la cuesta mucho hablar. Tras meditar por qué no le gusta sincerarse con la prensa en este aspecto, finalmente, decide hablar.

¿Por qué le risulta tan difícil hablar de sí misma? ¿Tal vez porque está más acostumbrada a escuchar que a hablar?

Es muy difícil. Supongo que es porque mi familia adora la privacidad tanto como yo, pero también es cierto que, como decimos en política, "lo personal es un hecho político, aunque ciertamente lo privado no es público". Eso viene a significar más o menos que yo tengo que luchar en favor del aborto y del divorcio, pero que no puedo hablar sobre mi vida privada. Esta entrevista es una excepción.

¿Su familia es muy importante para usted?

Mi familia ha sido esencial en mi vida. Ha sido así incluso cuando he tenido problemas con mis padres, porque ellos no entendían que su hija quisiera ir a recorrer el mundo en vez de casarse con un chico normal. Pero después han aceptado mi forma de ser y se han sentido muy orgullosos de mí.

Su padre murió en 1968...

Sí, fue un golpe muy duro, sobre todo porque él no era capaz de verme como una política. Recuerdo lo estricto que era en la educación de sus hijos. Mu hermano y yo teníamos que ir al cine para vigilar a mi hermana y a su novio...

¿Y qué relación tenía con su madre, Catterina?

Ella siempre confió en mí, pero nuestra relación mejoró mucho después de mi aborto, en 1975. Mi madre estuvo muy cerca de mí en ese momento sin hacer ningún juicio.

¿Cómo vivió ella su vida tan agitada?

Tratando de controlar su ansiedad y la mía. Cuando murió, hace dos años, me sentí realmente sola. Por primera vez en mi vida me sentí hija por encima de todo. Hoy he descubierto un nuevo papel: el de hermana.

Usted ha tenido dos grandes historias de amor, una con Marcello Crivellini y otra con Roberto Cicciomessere.

Y gracias a ellos me he convertido en lo que soy, por encima de la pasión política.

Hace varios años acogió a dos niños: Aurora y Rugiada.

Sí. Procedían de familias problemáticas. Estuvieron conmigo durante cuatro años. Me hicieron sentir necesaria y mejor persona de lo que normalmente soy. Cuando tuvieron que regresar con su familia sentí un gran dolor en mi interior. Pero mi madre compró esta casa para mí y me convenció para que dejara la casa en la que había vivido con ellos.

¿Se siente sola?

La soledad es algo que ha estado presente a lo largo de mi vida, se trata de una soledad interior, no pública. Por soledad entiendo que puedes compartir tus luchas políticas con muy poca gente.