un país és millor quant abans s’emancipen els joves (Espanya i Itàlia, els pitjors)

Resultat d'imatges de "Un país es más innovador cuanto más pronto se emancipan sus jóvenes". Así de tajante se mostró Antón Costas, catedrático de Política Económica de la Universitat de Barcelona, en el Encuentro sobre Nuevas Tendencias en Desigualdad y Exclusión Social, organizado por la Uned, una afirmación que deja en mal lugar a España si se tiene en cuenta la edad a la que los jóvenes abandonan el nido familiar, 28,1 años, es la más alta de Europa. Y esa es la media. Más de 25% de los jóvenes de entre 30 y 34 años siguen en el domicilio familiar, cifra que se eleva a casi en el 75% para los menores de 30.

"No hay ningún otro país donde ocurra lo mismo. Esto no es bueno para los jóvenes, para la formación de su personalidad, para su cultura moral. Ni es bueno para la capacidad de innovación, porque una baja emancipación no favorece la asunción de riesgos", señala Costas, presidente del Cercle d?Economia.

¿Por qué? La respuesta hay que buscarla en la propia esencia de la juventud: creatividad, fuerza, ilusión, empuje, ganas, ... La juventud es la etapa de perseguir los sueños, de arriesgarse, es el tiempo en el que se amplían los caminos a seguir porque no existen (o suele) cargas familiares. Hay decisiones que son más fáciles de adoptar cuando uno tiene 28 años que si tiene 45, cuando la existencia de unos hijos suele ser un lastre para la libertad de acción. De ahí, la rotundidad de Costas, quien no cesa de exponer en todos los foros en los que participa la necesidad de impulsar la emancipación juvenil como instrumento para mejorar la innovación del país.

¿Cómo hacerlo? El economista e ingeniero industrial mira a otros países europeos. "Los países prósperos becan a sus jóvenes para que se formen por el mundo. Sin mili y con una universidad al lado de casa nuestros jóvenes no se emancipan. Debemos becarlos", señalaba el economista en una entrevista a La Vanguardia. Y es que, según señala el estudio Jóvenes y Emancipación, de la FAD y la Obra Social Caja Madrid y coordinado por el sociólogo Juan Carlos Ballesteros, España destaca por la escasez de políticas que apoyan el empoderamiento de los jóvenes frente a otros países europeos.

¿Qué ejemplos hay? Los expertos suelen señalar a Dinamarca -también a Finlandia, Holanda...- como país de referencia. Según el informe Situación Social de los Jóvenes Europeos, elaborado por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, los daneses son los que europeos con unas tasas más altas de emancipación: más de cuatro de cada cinco daneses entre 18 y 29 años vive de forma independiente (el desempleo juvenil se mantiene entorno al 14%). ¿A qué se debe su salida del hogar familiar? A que el estado les ayuda a través de una beca cuando acceden a sus estudios superiores, beca que pueden compatibilizar con ayudas al alquiler. La cuantía que recibe no suele cubrir los gastos, por lo que completan lo que necesitan con trabajos por horas varios días a la semana.

En España no hay nada de eso, ni siquiera la llamada renta de emancipación, destinada al alquiler de viviendas, suprimida en esta legislatura. Si un joven estudia, vive con sus padres que son quienes hacen frente a todos los gastos. Ese también es el panorama si no tiene empleo. De tal manera, que sin un apoyo económico para salir del nido la infantilización se prolonga en el tiempo.

Y lo que es peor, la frustración, tal y como explicó en el encuentro celebrado en la UNED, el catedrático de Sociología, José Félix Tezanos. Las dificultades que estos jóvenes están viviendo no se revierten únicamente en el debilitamiento de su autonomía personal, sino también alteran el relevo generacional en nuestra sociedad y pueden quebrar la sostenibilidad del Estado de Bienestar en el próximo futuro. "Muchos jóvenes ni siquiera se plantean tener hijos. Gente que tiene 30 años, no encuentra los medios para salir de casa, encontrar un trabajo digno...y la posibilidad de tener una familia e hijos es completamente deshechada. Eso es un drama", señala.

Un drama que se ha incrementado con la crisis, pero como señala Costas, la cultura de la tardía emancipación no es una cuestión del momento actual. Los datos demuestran que, incluso en las épocas de mayor bonanza económica, la edad media de la emancipación en España ha sido más alta que en otros países europeos, excepción hecha de Italia que comparte con España una cultura mediterránea respecto a la emancipación.

11-V-15, C. López, lavanguardia