*La verdadera historia de Frank Zappa, Memorias*, Frank Zappa


Edición y traducción a cargo de Manuel de la Fuente y Vicente Forés. Este libro es un apasionante viaje a la segunda mitad del siglo XX norteamericano.Y es además«la verdadera historia» porque su autor lo emplea como ariete para demoler las fábulas pueriles que circulaban sobre su vida Zappa nos cuenta el arranque, el nudo y el desenlace de su accidentada experiencia musical, narra a cuchillada limpia sus debates con el puritanismo censor y denuncia las patrañas que mandarines y mandamases arrojan sin descanso a la credulidad pública. Su agudo olfato detectó siempre el olor a boñiga.Aquí asistimos a disparatados encuentros con eminencias como Mick Jagger, Eric Clapton, Jimi Hendrix,John Wayne o Al Gore y su edificante esposa; presenciamos con deleite mirón las curiosas gimnasias sexuales de unas señoritas aficionadas a la carne roquera; contemplamos las vergüenzas de un juicio grotesco en los tribunales de la monarquía británica o de una estrafalaria inquisición en el Senado estadounidense; oímos sabios consejos para instruir a la infancia en el racionalismo escéptico y el higiénico rechazo de todos los dogmas eclesiásticos… Aquí se revientan los empalagosos cánones de la memoria pop para construir una reflexión ineludible sobre nuestro tiempo y nuestra necedad.
Portada del libro 'La verdadera historia de Frank Zappa'
 
  

 

 

Título: La verdadera historia de Frank Zappa. Memorias

Título original: The Real Frank Zappa Book

Autor: Frank Zappa (con la colaboración de Peter Occhiogrosso)

Editorial: Malpaso

Traductores: Manuel de la Fuente Soler y Vicente Forés López

¿Quién es Frank Zappa? El primer golpe de memoria evoca su famoso look de melenudo con grandes mostachos pegado a una guitarra eléctrica, una estrella de rock. A sus coetáneos estadounidenses les sonará además la comparecencia que protagonizó en el Senado norteamericano para explicar que las letras de sus canciones no eran pornográficas. Y a poco que se investigue aflora una ingente obra: 70 discos con palabras crudas y una música personal e inclasificable, además de un puñado de películas.

"Si tu vida acaba siendo triste y aburrida porque le hiciste caso a tu madre, a tu padre, al cura, a uno de la tele, a alguna de las personas que te dicen cómo ir por ahí, entonces te lo mereces".

Así sentencia de puño y letra Frank Zappa (Baltimore 1940, Los Ángeles 1993), un tipo que ha atravesado la existencia haciendo caso a sus propias conclusiones. Una experiencia que el artista condensó a su manera y con su peculiar estilo en una autobiografía The Real Frank Zappa Book, que vio la luz en 1989 y ahora, 25 años después, puede leerse por fin en castellano bajo el título La verdadera historia de Frank Zappa, editada por Malpaso y en las librerías desde el día 17 de noviembre.

“El libro conserva la misma paginación que el original, es la edición más fiel de las 15 traducciones que se han hecho y la primera que incluye formato electrónico”, explica a RTVE.es Manuel de la Fuente, especialista en la obra de Frank Zappa y traductor de estas memorias junto a Vicente Forés.

La versión española respeta el mismo número de páginas y las tipografías de títulos e ilustraciones originales diseñadas por el autor.

“Nos pusimos en contacto con su mujer, Gail, responsable de la empresa que administra sus derechos, para trasladar con la mayor fidelidad un mensaje articulado en el inglés americano de 1989 al castellano de 2014”, detalla de la Fuente.

Escupir sinceridad "esculpiendo" al aire

Zappa era un sincero empedernido y esto hizo polémicas sus letras. Pero también era un perfeccionista implacable y la arquitectura de su música fue el resultado de densas cavilaciones.

"El aire en el espacio de la actuación queda esculpido (por las vibraciones sonoras) y convertido en algo. Esa escultura molecular es percibida por los oídos del oyente o de un micrófono”, describe el músico que define su oficio sin titubeos: “Me dedico a la composición (…) Mientras seas capaz de conceptualizar el proceso de organización, puedes ser ‘compositor’ en el medio que quieras”.

Zappa: La música en los conciertos es un tipo de escultura

Sugerentes pero inmóviles, las progresiones armónicas habituales en el pop y el rock se vuelven sorprendentes y vivas en géneros más abiertos como el jazz. El artista californiano lo deglutió todo y liberó de límites su expresión. En sus memorias, Zappa glosa con lengua afilada su tránsito por la música sinfónica, experimental, las anécdotas de su brega con lo aparentemente vulgar o con lo extremadamente culto para lograr la ejecución perfecta.

Inicios, Freak Out! Y The Mothers of Invention

Entender a Zappa requiere cierta inmersión en el personaje. Como dato, en sus memorias relata el impacto que tuvieron en él las primeras adquisiciones musicales. Su primer disco fue The complete Works of Edgar Varèse (1950), especialmente el tema Ionisation, una grabación de música experimental que interiorizó y memorizó. Luego llegaron Stravinsky y las composiciones dodecafónicas de Webern.

El abismo que media entre oír música e interpretarla directamente es comparable al que separa la experiencia de disfrutar de una postal erótica y practicar sexo real, como hubiera dicho el propio Zappa. En esta clave el artista trasciende de las impresiones estéticas y el papel pasivo de mero escuchador. Emprende la comprensión de la génesis musical y calma su hambre indagando el lenguaje, componiendo, creando. Concienzudamente.

El Zappa músico se impone a otras consideraciones en la primera mitad de los 60. Se divorcia de su primera mujer y se va a vivir al “Estudio Z” con su viejo amigo el saxofonista Jim “Motorhead” Sherwood.

El Estudio Z supuso una vida de grabar sin parar 12 horas al día. No tenía comida, ducha ni bañera

En 1964 el germen de la banda reunida por Zappa adopta el nombre de The Mothers coincidiendo con el Día de la Madre, pero también alusivo a “motherfuckers” en el sentido de ser los mejores.

En 1966 graban Freak Out! Con MGM. Es su primer trabajo, considerado uno de los primeros álbumes conceptuales, innovador en la música y en la construcción de una visión satírica de los tópicos de la cultura popular norteamericana. Con la publicación del disco el grupo pasa a llamarse definitivamente The Mothers of Invention.

Sexualmente sincero, políticamente comprometido

En una época en que la que romper tabúes era una parte del motor de la innovación cultural, abordar el tabú por excelencia, el sexual, era inevitable. Y un autor que proyectó su creatividad en la crítica a una sociedad caduca no dejó pasar por alto este capítulo. Si bien algunos, puede que muchos, se lanzaron a la práctica desenfrenada, Zappa asumió el tema en clave de honestidad: “Lo que me parece muy cínico en algunas canciones de rock and roll (especialmente hoy en día) es la manera como dicen ‘hagamos el amor’. ¿Qué especie de repipi de mierda habla así en el mundo real? Habría que decir ‘vamos a follar’, o por lo menos, ‘vamos a puntos suspensivos’, pero hay que decir ‘hagamos el amor’ para salir en la radio. Esto crea una corrupción semántica al modificar el contexto”.

Pero la connotación sexual se convirtió en uno de los caballos de batalla del conservadurismo puritano que sobrevoló el mandato de Ronald Reagan. Zappa cuenta como a instancias del ‘Centro de recursos para padres sobre música’ (PMRC), “una pandilla de amas de casa de Washington, casi todas casadas casualmente con miembros influyentes del Senado” liderado por la esposa de Al Gore, se propuso una ley para que una etiqueta denunciase el contenido “sexualmente explícito” de algunos discos.

En septiembre de 1985 Frank Zappa comparece ante el Senado de los Estados Unidos para denunciar la falta de garantías del procedimiento que asignaba esas etiquetas y su efecto negativo sobre la industria musical y la libertad de expresión de los autores.

Un gesto al que probablemente debemos la existencia de este libro de memorias, pues “tras esa comparecencia”, explica Manuel de la Fuente, “se plantea la escritura de esta autobiografía, en la que una parte se dedica a su infancia y experiencia musical, pero la otra mitad se centra en un objetivo prioritario para Zappa que no era ni más ni menos que explicar sus ideas políticas”.

No a las drogas, sí a la educación

“Frank Zappa persiguió un objetivo principal: que se mejorara el sistema educativo norteamericano para de esta manera evitar los excesos del poder”, aclara el especialista y cotraductor de esta autobiografía, “una de las primeras escritas por una estrella de rock”.

Un compromiso reflejado en opiniones como la que el compositor expresaba hacia actitudes como el hipismo, que, añade de la Fuente, “veía como un movimiento conformista dedicado a la pérdida de tiempo y el consumo de drogas, algo rechazado por él tajantemente. Siempre se mostró contrario a las sustancias que producen una desconexión con la realidad y un desinterés por la acción política”.

En varias entrevistas televisadas el artista expresó este rechazo y el “peligro de perder su trabajo” que corrían los músicos de su banda que consumieran estupefacientes.

Y, como el resto de opiniones de Zappa, también quedó plasmada en sus sátiras, más finas o más ásperas, pero siempre elocuentes. No se libró nadie, los políticos alejados de la realidad, los ñoños, los hippies, los militares, Reagan y su guerra de las galaxias, los reprimidos, los Beatles, nadie quedó sin reflexión lírica y satírica personalizada.

La música, la risa y la conciencia. Valores vigentes

En el texto el autor da cuenta del cuidado que puso en la educación de sus hijos para que pudieran ejercer su libertad individual con garantías alejadas de los medios materiales y ligadas a las capacidades personales.

Pero los tiempos que corren demuestran que la capacidad de corrupción del poder político sigue estando en plena forma. Frank Zappa, como estrella de rock, usó una herramienta a su alcance para exponer sus opiniones al respecto, la capacidad de convocatoria de la expresión artística, que es otra forma de poder. Hoy su mensaje sigue siendo vigente en la medida en que los apetitos humanos permanecen fieles a sus debilidades, las insanas y las artísticas.

Apunta de la Fuente un recordatorio “que nunca faltó en las cubiertas de sus vinilos: ‘No olvidéis registraros para votar’, y esto significa poner de relieve la condición del ciudadano que ejerce su derecho a estar, a expresarse y a cambiar la sociedad”. Un consejo recomendable en esta entretenida segunda década del siglo XXI.

Frank Zappa, músico y activista

Frank Zappa nació en Baltimore (Maryland) en 1940. Durante su infancia su familia se traslada a California, donde desarrollaría toda su carrera musical. Con doce años empieza a tocar la batería y muy joven se aficiona al rhythm and blues a la música de compositores contemporáneos como Edgar Varèse o Igor Stravinsky. Forma en Lancaster su primer grupo, los Black-Outs y con 20 años se casa con su primera mujer, Kay Sherman. Luego formará el grupo The Mothers of Invention, con el que grabó su primer elepé en 1966, Freak Out!, considerado el primer álbum conceptual del rock. En 1967 contrae matrimonio con Gail Sloatman con quien tendrá cuatro hijos, Dweezil, Moon, Ahmet y Diva. En 1968 el humor más ácido de Zappa llegaría con su disco We’re Only in It for the Money (estamos en ello sólo por la pasta), donde parodiaba el movimiento hippie. Su portada era una burla del Sgt. Pepper de los Beatles. El disco instrumental Hot Rats llegaría en 1969 para convertirse en una referencia de la fusión con el jazz. En 1971 sufre un grave accidente tras ser agredido por un espectador.

Zappa continuó su carrera en las décadas siguientes con numerosos elepés (Apostrophe (’), Zappa in New York, Zoot Allures, etc.), algunas películas (entre ellas 200 Motels, protagonizada por Ringo Starr y Keith Moon), varias composiciones orquestales e incontables conciertos. Durante los 80 llevó a cabo una serie de acciones en favor de la libertad de expresión frente a los ataques del Partido Republicano. En 1985 declaró en el Senado para oponerse a la censura de las letras en los discos de rock. A principios de los 90 le fue diagnosticado un cáncer de próstata y durante sus tres últimos años de vida se encerró en su estudio para ordenar su enorme catálogo (formado por más de 70 discos oficiales) y preparar proyectos que se editarían de manera póstuma. Falleció en diciembre de 1993.

 

JUANMA CUÉLLAR 25.11.2014, rtve.es