*Panem et Podemos*, Juan Luis de Benito

Tras 5 meses literales de machaque por parte de todos los medios de comunicación adscritos a los dos grandes grupos audiovisuales de este país, sobre lo guapo, bien “plantao” y lo bien que habla Pablo Iglesias y que si Podemos es o no es el primer partido en intención de voto, lo confieso: ¡¡estoy harto!!


No entiendo como la gente supuestamente inteligente de éste país, entra en el juego de las audiencias y en el negocio que se han montado Mediaset y Mediapro para ganar dinero (¡ay, el vil metal, siempre el vil metal …!) a costa de estos mozos que un día son de Izquierda Anticapitalista, otro día son “bolivarianos” y al siguiente son de Centro Transversal (cosa que me suena a Rosa Díez).


En un país hecho unos zorros, con 6 M de parados, no sé cuántos jóvenes exiliados, más de 8 M de personas viviendo por debajo del umbral de la pobreza y un tropel de corruptos tan grande que hasta el PP y el PSOE podrían montar sus oficinas de algunas regiones, directamente en la cárcel más cercana, que venga un cuentacuentos a hablarle a esos millones de desesperados de que ellos y sus historias son la solución, simplemente son el canto de las sirenas para que la gente tenga esperanza y no salga a la calle con la guillotina a cortar unos cuantos gaznates que la historia nos debe a los españoles, desde tiempos inmemoriales.

 

Aunque ellos se llenen la boca de hablar de “la casta” ellos han sido los elegidos por “esa casta” para protegerse de la ira del pueblo y evitar males mayores en forma de revoluciones y algaradas de todo color político. En tiempos de los romanos ya se hablaba del “panem et circenses” (“pan y circo”) como método para controlar a las masas. Ahora estamos en el “panem et Podemos” que para el caso que nos ocupa es lo mismo.

 

Ante la bajada de audiencia de las grandes cadenas de televisión tanto las noches de los fines de semana como de las mañanas de entre semana, en donde pululaban las belenes esteban y demás fauna cutre luxe de este país, todas las grandes cadenas (o sea los dos grupos de comunicación españoles, ultraconservadores ambos, por cierto) apostaron por un nuevo formato de programa en forma de debate o pseudo debate político, en donde salvo alguna honrosa excepción, todos hablan a la vez, no se entiende nada de lo que dicen y se generan polémicas que no existen a partir de noticias de dudosa procedencia (o sea, igual que sucedía en los programas del “cutre cuore”).

 

En estos programas la legión de contertulios “profesionales” es similar en número a lo que había anteriormente pero con mucha “pluralidad” para que el espectáculo no parezca lo que es, una astracanada para que la gente esté quietecita en casa delante de la caja boba. Y mira tú por dónde, aparecen tres “tíos”, uno de ellos con coleta (y telegenia) y otros dos con cara de empollones, “diciendo y prometiendo” el sol, la luna, las estrellas y la “paz mundial” que diría la ganadora del concurso de mises ante la pregunta de Ansón para demostrar el nivelón cultural de las jamonas patrias.

 

Solo han hecho falta una profesional del periodismo (Ana Pastor) con un poco de buen hacer en su trabajo, para demostrar lo que es Podemos, Pablo Iglesias y su discurso: una completa estafa donde no hay una sola propuesta seria, argumentada y valorada. Todo se limita a “hablaremos”, “nos reuniremos” y a manipular los sentimientos de la gente y su desesperación.

 

Evidentemente con un presidente como Zapatero que no se enteró de la crisis hasta dos años y medio después o como Mariano Rajoy “el molusco de la Moncloa” que pasará a la historia, sin duda, como, el mayor estafador político y el más nefasto desde 1978, que intenten colocarnos, para seguir en la poltrona, a otro “chicharro” como el Sr. Iglesias, no cuela, al menos entre la gente sensata y con dos dedos de frente de este país.

 

Yo no sé vosotros, pero yo cada vez que enciendo la caja tonta y veo lo que veo y oigo lo que oigo, solo se me ocurren dos cosas: la primera apagarla y la segunda increpar a la gente inteligente de éste país para que reaccione y para hacer lo único que se puede hacer con este estado de cosas, reivindicar unas Constituyentes, y abrir la ventana a la inteligencia y a la imaginación para afrontar los graves problemas que padecemos.

 

(PS): Solo recordar que en los tiempos gloriosos de las lumis y los chulos televisivos, la “princesa” del pueblo, según una encuesta, si se hubiera presentado a unas elecciones generales, habría logrado el 7,9% de los votos y sería tercera fuerza política ¿No me digáis que no encontráis la similitud?

 

18-XI-14, Juan Luis de Benito, coordinador radical.es