la independència, al País Basc, s’exerceix

Kutxabank, uno de los únicos siete grupos que no necesitan reforzar su capital según los ejercicios de evaluación de las carteras crediticias realizado por Oliver Wyman, descartó ayer públicamente cualquier participación de la entidad en la sociedad de gestión de activos o banco malo que impulsa el Gobierno para limpiar los balances de las cajas y bancos nacionalizados. Mario Fernández, presidente de la Kutxa y del banco creado con las otras cajas vascas –Kutxabank–, dijo en una charla con los medios organizada por la APIE en Madrid: “No vemos sentido a nuestra participación en el banco malo”.

Tal como explicó Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, la semana pasada en el Congreso, la intención del Gobierno es que el sector privado ostente el 55% del capital del llamado banco malo y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) –el instrumento público creado por el anterior Ejecutivo para participar en el sector– se quedaría en una posición minoritaria, con alrededor del 45%. Este esquema es clave para que la deuda del banco malo, que podría llegar a los 45.000 millones de euros, no compute como deuda pública.

Sin embargo, el sector ve con recelo su participación en una sociedad que podría contar con unos activos de unos 50.000 millones de ellos procedentes de algunas de las peores entidades financieras, como son los cuatro grupos nacionalizados: Bankia, Nova Galicia, Catalunya Banc y Banco de Valencia. “¿Cuándo va a dar beneficios? ¿De dónde va a salir el dinero para pagar el IBI de tantos inmuebles? ¿Quién va a poner el dinero para acabar las miles de obras en curso que se pueden juntar ahí? Y el año que viene, habrá que ampliar capital para mantener la sociedad, ¿no?”, son algunas de las preguntas que lanzó al aire el presidente de Kutxabank.

Ante tantas dudas, la caja vasca ha dicho no y, según su primer ejecutivo, es seguro que ni el Banco de España ni el Gobierno le van a presionar para que cambie de opinión. Mientras tanto, Kutxabank trabajará en la creación de un banco malo propio. “Es seguro que meteremos los inmuebles adjudicados y estamos viendo si también transferimos los créditos ligados al sector promotor”, dijo Mario Fernández. La idea es contratar a buenos profesionales expertos en el inmobiliario y liberar a la red de esta tarea.

Al margen de la Kutxa, el Gobierno ha contactado ya al resto del sector. El Santander, el BBVA y Caixa Bank parece que sí estarán en el capital del banco malo. Contando acciones ordinarias y deuda subordinada, los recursos propios iniciales serán de unos 5.000 millones de euros.

Economía quiere que, además de los bancos, participen en el capital algunos de los principales grupos del sector asegurador. El Ejecutivo, junto con el Banco de España y en permanente interlocución con Bruselas, trabaja estos días en cerrar todos los detalles del banco malo, que se harán públicos la próxima semana.

11-X-12, L. Agustina, lavanguardia