si cada Govern dicta la seva reforma educativa, és que no hi ha política educativa

El simple relat que a Espanya s'hagin dut a terme set reformes educatives, des de la primera en 1980, i sempre al albur dels canvis de govern, dóna una idea precisa de l'error que s'ha comès i explica també els pobres resultats que anualment es donen a conèixer a l'informe PISA, aquell que defineix l'educació escolar als diferents països. Ahir, el ministre Wert, per no ser menys que els seus antecessors, va iniciar tan espinós camí a lloms de la majoria absoluta del PP i va repetir els errors del passat: creure que l'educació és un arma llancívola contra l'adversari, sigui per raons ideològiques o territorials...

res va impedir ahir a Wert presentar una reforma que té poc d'educativa i molt d'ideològica. Aquest cop de timó en el sistema d'ensenyament (el setè de la democràcia!) permet al Govern de Rajoy determinar més continguts dels currículums escolars i, el que no és menys important, fixar les avaluacions, la qual cosa anul·la gairebé per complet la capacitat d'intervenció de les autonomies. Tenir el control sobre l'educació atorga un potentíssim instrument per incidir sobre la societat futura.

No és estrany, doncs, que des de Catalunya –també el País Basc– l'oposició fora furibunda. No és assumpte menor que els consellers d'educació autonòmics, inclosa per descomptat Irene Rigau, no haguessin rebut ahir nit l'articulat del projecte de Wert. La sensibilitat catalana està a flor de pell, i només faltava això ara per a atïar més el foc: un altre greuge en el memorial sobre el que se sustenta el nou procés polític obert a Catalunya i que inclou des de l'economia (limitació del dèficit) a la sanitat (el copagament), per posar només dos exemples.

Reforma ideològica, sí. Es ve a recuperar l'esperit de la llei de Qualitat de l'Educació que Aznar no va poder arribar a aplicar.

 

La LOECE: la primera ley en educación 1980.
Ley de transición. Fue la primera en materia de educación que se aprobó tras la Constitución de 1978 e introdujo un modelo democrático en la organización de los centros docentes. Entró en vigor en junio de 1980 y reguló la creación de órganos colegiados de gobierno con representación de todos los sectores de la comunidad educativa. Recogió la existencia de las Asociaciones de Padres de Alumnos.

La LODE: más poder al consejo escolar 1985.
Estuvo rodeada de polémica. Mantuvo la estructura de las enseñanzas tal y como estaban reguladas en la ley de 1970 (con la EGB y el BUP) e introdujo novedades. Cambió el sistema de subvenciones a colegios privados por un sistema de conciertos, que obligaba a los centros a cumplir unos requisitos. Además, dio más poder al consejo escolar, que podía participar en la gestión de las escuelas públicas.

La LOGSE: ordenación general del sistema 1990.
Las principales novedades que introdujo fueron la escolaridad obligatoria hasta los dieciséis años; el descenso de alumnos por clase; personalización de la enseñanza por parte del profesor; enseñanza de asignaturas impartidas por profesores especializados, como idioma, música y educación física. Dividió los ciclos académicos en Educación Infantil, primaria, ESO y Bachillerato.

La LOPEG: mayor autonomía en centros 1995.
Conocida como ley Pertierra, por ser su artífice el ministro de Educación, Gustavo Suárez Pertierra. Fue una ley que, entre otros aspectos, otorgaba a los centros una mayor autonomía y obligaba a los colegios concertados a admitir a alumnos pertenecientes a minorías sociales. El director seguía siendo elegido por el consejo escolar, y desempeñaba el cargo durante cuatro años, en lugar de tres.

La LOCE: la ley que Aznar no pudo aplicar 2002.
Aprobada con los votos del PP y Coalición Canaria (CC) y la oposición del resto partidos y numerosos sectores sociales. La aplicación quedó aplazada tras la victoria socialista, que cambió algunos preceptos. Los más comprometidos: los itinerarios en la ESO y bachillerato, cambios de contenidos en educación infantil, una reválida al final del bachillerato y la asignatura de Religión evaluable y computable.

La LOE: con la única oposición del PP 2006.
Iba acompañada de una memoria económica de 7.033 millones de euros de gasto educativo adicional entre el Estado y las CC.AA. hasta 2010. El PP votó en contra. Incluye la asignatura de Educación para la Ciudadanía; mantiene la de Religión obligada por los centros, pero optativa para los alumnos, se pasará de curso al superar todas las materias cursadas o con hasta tres suspensos, como máximo.

Unproyecto que nace sin consenso 2012.
El anteproyecto de reforma aumenta el porcentaje de contenidos mínimos que fija el Estado en los currículos escolares: el 65% de los horarios en comunidades autónomas que tenga lengua cooficial y el 75% para aquellas que no la tengan. Se quieren reforzar las asignaturas básicas, reducir las optativas y vías formativas e implantar evaluaciones unificadas nacionales al final de etapas no universitarias.

22-IX-12, J. Antich/S. Quadrado, lavanguardia