implacable asfíxia de Putin sobre l’activisme crític

Rusia suspendió ayer las actividades en su territorio de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y le acusó de inmiscuirse en la política interior rusa y de financiar a grupos críticos con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.

La agencia humanitaria de Estados Unidos cesará dos décadas de actividad en Rusia porque “ha intentado influir en el proceso político del país, utilizando sus ayudas económicas”, dijo el Ministerio de Exterior de Rusia. Su portavoz, Alexánder Lukashévich, confirmó que el plazo para el cese de actividad es el 1 de octubre.

En un comunicado, el ministerio afirma que el trabajo de la agencia “no siempre se ajustaba a los objetivos declarados en cooperación humanitaria bilateral”. “Nos referimos a la concesión de ayudas para influir en el proceso político en el país, lo que incluye elecciones de diferente grado e instituciones de la sociedad civil”.

Esta decisión se produce en un momento en el que la oposición acusa al Kremlin de intentar silenciar a los grupos críticos con Putin, y después de unos meses en los que se han vivido las mayores protestas en su contra. La última, el pasado sábado, cuando en Moscú se reunieron varias decenas de miles de opositores.

Antes del verano Vladímir Putin también promulgó una ley que obliga a registrarse como “agentes extranjeros” a las oenegés que reciben apoyo económico exterior y que participen en la vida política del país.

Liudmila Alexéyeva, la veterana exdisidente soviética que dirige el Grupo Helsinki-Moscú de derechos humanos, mostró ayer su desacuerdo con el comunicado del ministerio y aseguró que la ayuda económica no implica obligaciones políticas. “Hemos recibido becas deUsaid y la principal ayuda se refería a la observación de los derechos humanos en Rusia. ¿Qué tipo de política son los derechos humanos?”

Usaid para Rusia cuenta con un presupuesto anual de 50 millones de dólares. El 60% se dedica a la promoción de la democracia y la sociedad civil. Desde 1991 también ha desarrollado programas sobre salud, como la lucha contra la tuberculosis y el sida, la ayuda a orfanatos o la protección del medio ambiente.

Una de las organizaciones a las que afectará su cese de actividad será la oenegé Golos, cuya principal labor es la observación de los procesos electorales. Golos se puso en el punto de mira de los partidarios del poder en el reciente periodo electoral. En las semanas previas a las elecciones parlamentarias de diciembre del 2011 recopiló y publicó miles de denuncias sobre irregularidades a favor del partido de Putin, Rusia Unida. “Forma parte de una serie de movimientos para endurecer la política hacia las protestas, hacia internet, las oenegés y la libertad de expresión”, dijo Gregori Melkoniants, subdirector de Golos.

20-IX-12, G. Aragonés, lavanguardia