la democracia retrocede en Rumanía y Bulgaria

A Bulgaria y Rumanía les queda mucho camino por andar para dejar de estar sometidas a un mecanismo especial de vigilancia por parte de sus socios europeos.

Aunque llevan cinco años en la Unión Europea, sus estándares democráticos están todavía lejos de los que exige la pertenencia al club comunitario. Es la conclusión de los informes emitidos ayer por la Comisión europea tras examinar la situación del Estado de derecho en sus dos países más pobres. Ha habido reformas legales importantes para luchar contra el crimen organizado y la corrupción de alto nivel. Pero los avances no son todavía “irreversibles”, persisten “lagunas” yha habido retrocesos notables, constata Bruselas.

La situación en Rumanía –donde el Gobierno de Victor Ponta ha maniobrado sin disimulo para destituir al presidente Traian Basescu– ha encendido todas las alarmas en las últimas semanas. Estos acontecimientos “han hecho tambalear nuestra confianza”, advirtió ayer, en tono grave, José Manuel Durão Barroso, denunciando el carácter sistemático de algunas de estas decisiones. “Las disputas entre partidos políticos no justifican que se pase por encima de los principios democráticos básicos”, criticó.

Las capitales europeas observan con creciente aprensión cómo la influencia de la UE como faro del Estado de derecho y la democracia desaparece tan pronto como los países candidatos logran entrar en el club. Ha ocurrido también con Hungría. La aspiración de Rumanía y Bulgaria de ingresar en la zona Schengen –respaldados por Bruselas, que se atiene a criterios exclusivamente técnicos– es el único caramelo con el que la UE todavía puede presionar a sus gobiernos para que lleven a cabo las reformas pendientes.

La reacción de la Comisión Europea con las maniobras de la clase política rumana fue fulminante y ha llevado al primer ministro a comprometerse por carta, esta semana, a dar marcha atrás en sus últimas y controvertidas reformas: retirada de competencias al Tribunal Constitucional, un decreto urgente para rebajar las garantías del referéndum necesario para avalar la medida...

Bruselas evaluará a finales de año si los compromisos se han llevado a la práctica. “Rumanía ha dado un paso atrás frente el precipicio, pero no podemos decir que hayamos llegado al final de la partida”, señaló Barroso, que cree que el Gobierno rumano debe garantizar el respeto del Estado de derecho si quiere “recuperar la confianza de sus socios”. Ponta se mostró ayer conciliador y calificó de “equilibrado” el informe comunitario sobre las deficiencias de su sistema judicial.

En el caso de Bulgaria, las leyes anticorrupción están allí, ahora sólo falta que se apliquen y arrojen “resultados convincentes”, indica el informe comunitario. El Gobierno de Sofía debe garantizar transparencia y objetividad en el nombramientos de jueces, además de asegurar que la corrupción se persigue hasta el final.

“No se pide a Bulgaria que alcance estándares más altos que los que existen en otros países europeos. El objetivo es ayudarle a alcanzar niveles comparables”, un objetivo que apoya el 76% de su población, recalca el informe. Bruselas ha puesto deberes al país y revisará los avances a finales del 2013, “para dar tiempo a que las autoridades demuestren un recorrido consistente en la aplicación de ciertas leyes”.

El primer ministro búlgaro Boiko Borísov aceptó las críticas de Bruselas. En los próximos 18 meses “todas las instituciones del país demostrarán su voluntad de cambiar el sistema judicial y limitar la corrupción y el crimen organizado”, aseguró.

19-VII-12, B. Navarro, lavanguardia