salvem Robafaves

La noticia de la inundación de la histórica librería Robafaves en 1981 fue recogida en el n.º 177 de El Maresme, con una portada espectacular. El periodista Josep Maria Fàbregas explicaba entonces que a causa del agua se habían estropeado más de tres mil libros y que la pérdida era equivalente a un millón y medio de pesetas. Aquella vez se salvó. Ahora, Robafaves necesita otro "rescate".

Ante la situación, económicamente límite, están respondiendo amigos y fuerzas vivas que saben que esta librería ha acompañado al lector en su trayectoria cultural durante años. "El oficio se pierde", musita alguien. Es el momento de que la sociedad le devuelva a esta entidad lo que ellos le han proporcionado tantos años, opina Eladio Gutiérrez, otro de los veteranos profesionales y amigos que estos días les están ayudando. A movilizarse.

"Desde que se fundó, Robafaves es la librería de Mataró, nuestra librería generalista de referencia y ha tomado una dimensión especial. En estos momentos difíciles hay gente que nos ayuda porque no se resigna a perder este símbolo", explica Esteve Guardiola, gerente de la librería, filólogo de formación, que anda rompiéndose la cabeza para salvar la nave. Doce personas con horarios apretados y sueldos recortados.

Fundada por la Unió de Cooperadors de Mataró, en 1978 adoptó la fórmula de sociedad cooperativa... "cuando la gente sabía que aquí encontraría libros políticos ocultos, libros míticos sobre sexualidad... Y esa apuesta -la proximidad- la seguimos manteniendo. Lo que nos gusta es oír que se diga 'lo que no te encuentren en Robafaves no lo encuentras en ningún sitio". Fórmula para fidelizar: atención personalizada y recomendación profesional, una labor casi artesanal que remachan con la etiqueta que hoy vemos sobre algunos ejemplares: "recomendado por Robafaves".

Veinte años después de su fundación <HY1,0,SPN>Robafaves -nombre del gegant de Mataró- recibía la Creu de Sant Jordi en reconocimiento a su labor de potenciación de la lectura y difusión cultural en el Maresme. Un punto de inflexión llegó en 2002 cuando Robafaves compró la histórica librería Catalònia de Barcelona, al lado de la plaza Catalunya.

Lourdes Mora, responsable de compras, fotógrafa de formación, lleva dieciocho años en la casa. Advierte, con cierto escepticismo, que "lo que hemos detectado es que existe una franja de edad, adolescente -13, 14, 15 años, cuando viven metidos en internet- en la que se pierden lectores, y esos deberíamos buscar el modo de recuperarlos". Circunstancia significativa si se tiene en cuenta que ellos han sido reconocidos múltiples veces, a nivel estatal, por su labor en el libro infantil y juvenil.

La gente sigue entrando en la librería pero compra menos y el importe medio del ticket de compra ha bajado Hace unas semanas dieron a conocer su contundente plan de choque para asegurar la continuidad de la entidad. "¿Tenéis claro que tenemos que rebajarnos el sueldo?". Pero no ha sido suficiente.

La campaña Salvem Robafaves empieza ahora mismo y se mantendrá abierta hasta la fiesta mayor de Mataró. Se aceptan ayudas económicas de todos aquellos que, en algún momento de su vida, han sentido que esa librería era "la suya". Es el momento de devolverles todo el esfuerzo de estos años y esa labor pedagógica pionera que, de la mano de Pep Duran, fue ejemplo estatal.

Los socios de la cooperativa mataronense -neófitos en gestión empresarial- decidieron algunas medidas que pasaban por reducir plantilla, compartir el espacio con otras actividades complementarias, poner en marcha un equipo de gente que repensara el negocio y proyectara el futuro... pero esta vez habrá que pedir ayuda fuera.

Esteve Guardiola, su nuevo gerente, declaraba hace unos meses que lo fundamental era devolver la deuda. "El mundo del libro está sufriendo mucho -lamenta Guardiola-. Han cerrado distribuidoras, librerías, tenemos que buscar cosas nuevas. No sé si ahora nos quita ventas la aparición del libro digital, la verdad. Pero lo que seguro que nos hunde es no poder tener los stocks que deberíamos tener". Quieren crecer pero antes necesitan sobrevivir. Se aceptan mecenas.

8-VII-12, N. Escur, lavanguardia