Spanair ha costat a l’Ajuntament de Barcelona 73 milions d'euros

Spanair, la aventura aeronáutica local, ha costado al Ayuntamiento de Barcelona 73 millones de euros, según las estimaciones que hace la oposición, en este caso, el Partido Popular. De esta cantidad sólo una parte podría regresar a sus arcas aunque es improbable que eso realmente ocurra, de acuerdo con lo escuchado ayer en la comisión de Economía del Ayuntamiento.

Barcelona se ha involucrado a través de empresas participadas, en concreto, Catalana de Iniciatives, Turisme de Barcelona y Fira de Barcelona, a las que avaló en el 2009 para un crédito de 26,9 millones con SAS, la propietaria de la compañía, en la operación de adquisición.

Ahora, ante la liquidación de este aval, las tres empresas participadas por el Ayuntamiento, deberán hacer frente a veinte millones de euros.

También a cuenta de Spanair, el Ayuntamiento transfirió 25 millones de euros a la Generalitat en la última operación de ayuda a la fallida compañía (anteriormente había realizado otras hasta sumar los 73 millones del total).

Ayer, en la comisión de Economía, la teniente de alcalde Sònia Recasens aseguró que la Generalitat empezará a devolver este dinero pero lo hará "con inversiones". El anuncio provocó algunas sonrisas en la comisión.

La sesión dedicó también casi una hora de debate a Barcelona Activa, la empresa de promoción económica de la ciudad. Una representación de los trabajadores de esta sociedad municipal escucharon a la teniente de alcalde defender la reconversión de esta sociedad municipal. Los trabajadores creen que estos planes implicarán el despido de más de un centenar de trabajadores, una cifra que el municipio reduce a la mitad. Los planes de Recasens para Barcelona Activa arrancan de la propia convicción política: "Este modelo se ha acabado. La Administración no ha de crear empleo, el empleo lo han de crear las empresas", aseguró. Pero también parten de la necesidad, dado que las aportaciones en los programas de políticas activas de ocupación de la Generalitat y el Ministerio de Trabajo han caído en picado.

La oposición -salvo el PP, que en esta ocasión defendió la acción del gobierno municipal- consideró que el gobierno no ha hecho lo suficiente. Recasens insistió en que quiere una "nueva Barcelona Activa". Ni el PSC ni ICV ni ERC le apoyarán.

19-VI-12, J.V. Aroca, lavanguardia