"Una afirmación que viola los valores y sentimientos nacionales", Ricardo Ginés

"…Ahí está el buen padre Estado, él te tutela de la noche a la mañana. ¡Te atenaza y te sacude mediante clasificaciones con párrafos y prohibiciones! Su primer mandamiento reza: ¡Hombre, apoquina! El segundo: ¡Cierra la boca! De este modo vives en el ocaso, en el estado de aborregamiento." Alfred Döblin, Berlin Alexanderplatz, 1929

¿Todos somos Hrant Dink? ¿Todos somos armenios?

El peso de otro "faili meçhul cinayet" (asesinato cuyo sujeto activo está indeterminado), el de Hrant Dink cuatro días antes, con amplia resonancia en la caja de truenos de la opinión pública internacional, empieza a inquietar en el sector más nacionalista de la sociedad turca que se opone diametralmente al "Kürt, Türk, Ermeni! Yasasın, Halkların, Kardesligi!" (!Kurdo, turco, armenio!, !Viva la hermandad de los pueblos!) proferido por las masas en la marcha fúnebre multitudinaria en homenaje al periodista.

Es un sector implicado en gran parte, por tradición y entrega, en periodos de la joven historia turca que destacan por su desestabilización política y oscurecimiento —su búsqueda de un ocaso— de la esperanza de una mayor democracia en el país euroasiático. Etapas históricas que evidencian la implicación del derin devlet o estado profundo turco en un intento de lograr un país a medida porque según su ideología, con disfrutada hegemonía cultural en gran parte de los medios de entonces, años ochenta y noventa sobre todo, siempre habría sido justo y necesario, el proyecto de "todo por el pueblo a pesar del pueblo". Pero, ¿había realmente cambiado algo con el asesinato del periodista? Y, sobre todo, ¿quién era el responsable?

Los medios, en especial ciertos periódicos como el rotativo Hürriyet, (con una tirada de 530.000 -sólo superado por el Posta, 630.000, del mismo consorcio empresarial- en un país con una población oficial de 70 millones de personas [Cumhuriyet, 15.7.2008]) habían tenido una implicación especial en el caso.


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Sabiha Gökçen, una de las ocho hijas adoptivas de Atatürk,
la primera piloto de guerra en el mundo
 

Como apuntaba Yavuz Baydar, periodista de reconocido prestigio en Turquía y amigo personal de la víctima, "los medios turcos son en gran parte culpables (de lo ocurrido), sobre todo por cómo han tratado el contencioso armenio. Ignorando el pasado, editores y presentadores de televisión parecían estar llevando a cabo campañas de odio contra personas como (Hrant) Dink y (Orhan) Pamuk, señalándoles como "traidores". Esto condujo a amenazas de muerte masivas por parte de un público ignorante y emocional."

Merece la pena, para entender mejor Turquía y transmitir contenidos que reflejen su realidad singular, detenerse un momento en el rotativo Hürriyet (Libertad), el que calificó como "traidor a la patria" al joven adolescente Ogün Samast una vez cometido el crimen. Hürriyet, creado en 1948, es el periódico más influyente en el país.

Si contemplamos la portada de este diario resalta una bandera de estrella y luna creciente con una esfigie de Mustafa Kemal Atatürk a la izquierda del nombre del diario y un lema debajo: "Türkiye Türklerindir", es decir, Turquía para los turcos. Poco después de que en febrero de 2004, el periódico de Hrant Dink, Agos, especulara sobre la ascendencia armenia de una de las ocho hijas adoptivas de Atatürk, de nombre Sabiha Gökcen, la primera piloto de guerra en el mundo entre otros logros, el rotativo Hürriyet se hace eco del tema.

En el informe del "Bureau of Democracy, Human Rights, and Labor" (Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo), perteneciente al Departamento de Estado en Washington, que data del 28 de febrero de 2005 y que se remite al año anterior se puede leer: "Febrero: la publicación en el periódico Hürriyet de un artículo que recoge que Sabiha Gökcen —una hija adoptiva de Mustafa Kemal Atatürk y primera piloto de guerra femenina del país— es de origen armenio atrae declaraciones oficiales racistas.

El Alto Mando lanza un comunicado criticando los artículos sobre la ascendencia armenia de Gökcen como "una afirmación que viola los valores y sentimientos nacionales" mientras que la Asociación del Aire (la Aviación Militar turca) los considera "un insulto tanto a Gökcen como a Atatürk."

Al día siguiente de darse a conocer el comunicado del ejército, Hrant Dink es citado por un delegado del gobernador de Estambul para una conversación. Se le advierte de que su conducta puede acarrear la ira del pueblo de no retractarse. Tres balas se introducen en la parte trasera de la cabeza del periodista armenio con la misma facilidad que lo hace un cuchillo caliente en la mantequilla fresca en el desayuno tres años después, en 2007, a la semana siguiente de haber publicado la escena de amenazas en el Agos.

A principios de octubre de este año, 2008, el proceso sigue en los tribunales. En el acta de acusación en el que consta el nombre de los siete abogados que llevan el caso, el asesinato de Hrant Dink se asocia con un ataque premeditado contra la integridad física del sacerdote en una iglesia católica en 2002, un falso aviso bomba en un aeropuerto el 16 de agosto de 2004 así como el atentado contra un establecimiento de tipo cómida rápida y barata llamado McDonalds. Los tres sucesos acaecieron en el mismo lugar, Trebisonda, en el noreste de Turquía, el mismo lugar en cuya Iglesia de Santa María el hombre ordenado para celebrar el sacrificio de la misa y otros menesteres, el sacerdote católico italiano Andrea Santoro, era asesinado el 5 de febrero de 2006.

Quizás para no quedarse rezagados en la escalada nacionalista anterior y posterior al asesinato de Hrant Dink, la misma policía que detuvo al asesino, Ogün Samast, no tuvo mejor ocurrencia que fotografiarle delante de un póster del fundador de la república, Mustafa Kemal Atatürk, en el que llama a la defensa de la patria. A continuación distribuyó la foto a la prensa como si tal cosa. La polémica estaba servida.

Korku imparatorluğu o el imperio del miedo

El periódico Hürriyet es reflejo asimismo de un status quo contrario en su mayor parte al gobierno de raíces islamistas. En los barcos (wapur) que llevan a los isleños del Archipiélago Príncipe a la ciudad metropolitana de Estambul, por regla general, las personas que leen u ojean el Hürriyet son las más acaudaladas; las que mejor visten según criterios, acaso erróneos, de mayor calidad a precio más elevado.

Esta clase social en Turquía, como la media-alta en otros países y por regla general, disfruta de más vacaciones, tiene mejores modales y más tiempo para el autoanálisis, el cuidado de la alimentación y el diseño interior de sus viviendas falan filan (etc. etc.). Pero lo que la hace diferente, realmente singular, es haber crecido bajo la sombra del Leviatán turco, un régimen que tuvo su redoble de tambor con el golpe de estado militar en 1980.

"El régimen del 12 de septiembre (el día que tuvo lugar la asonada castrense hace 28 años) hizo del concepto de Estado algo sagrado. Emplazó un estatismo radical en el centro del principio republicano y puso especial cuidado en que este principio se mantuviera suspendido sobre la política como la espada de Damocles", afirma el profesor de universidad Ahmet Insel en la revista Birikim (Acumulación). Para él, como para muchos analistas liberales en Turquía, la Constitución actual es sinónimo de un régimen que ve en la sociedad una amenaza, y que "considera métodos autoritarios como legítimos para protegerse de ésta".

La sombra del estado turco es alargada. Como un Big Brother orwelliano desea controlar los usos y costumbres de los ciudadanos en el país euroasiático hasta el menor detalle, con un tutelaje que busca, a largo plazo, que el sujeto interiorice su ideología hasta que la pueda reproducir de forma voluntaria.

Como muestra de su importancia un dato: "Solamente en Turquía el estado se hace cargo de la censura en internet", era el titular de este jueves del rotativo Radikal. "En los países occidentales se aplica una especial sensibilidad respecto al internet, pero no se contempla la censura como en Turquía. ¿Por qué el nombre de Turquía se sitúa (en este contexto) cerca del de Corea del Norte, China e Irán? Respuesta: en los países modernos la policía y los tribunales se hacen cargo de internet, pero la central de telecomunicaciones no se vuelve la central de la censura como en Turquía", prosigue el diario liberal.

Desde 2007, el acceso a 1.112 páginas web ha sido cerrado en Turquía, (no, www.lavanguardia.es no se encuentra entre ellas), un país en el que hasta los colegiales en los cibercentros saben que existen páginas como www.vtunnel.com para 'sortear' esta censura. La mayor parte de las obstaculizaciones virtuales se remiten a presuntos y de facto insultos a Mustafa Kemal Atatürk, grupos que alientan la lucha armada del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el PKK, y otros, así como la pornografía. La Turk Telekom fue privatizada en 2005 pero sigue perteneciendo en un 45% al Estado, con mayúsculas, turco.

Otro componente que conforma "el imperio del miedo" según titula el periódico Cumhuriyet (1.10.2008) es el número de aparatos telefónicos sometidos a escuchas teléfonicas que, según la misma fuente, asciende a 54.000 en los últimos tres años.

Frente a este tipo de amenazas que pueden hacer peligrar la autonomía del ciudadano turco, existe un sector de la sociedad civil de importancia creciente que se esfuerza, como reza la letra de una canción popular estos días en Turquía, en el "solmasın sakın aşk çiçeğim", a saber, en el que la flor tan querida (de la democracia en este caso) no se marchite, no se oscurezca.


Yeni Safak
La escritora Perihan Magden, una mujer valiente como Sabiha Gökcen
y célebre en Turquía por sus juegos de palabras
 

Uno de sus representantes más destacados es la escritora Perihan Magden, una mujer valiente como Sabiha Gökcen y célebre en Turquía por sus juegos de palabras, singular estilo y uso del humor para crear adición entre sus lectores. La forma que tiene de interpretar la realidad turca, su particular mirada, recuerda al retrato del Capitán Ahab: "En la energía fija, intrépida y resuelta de esa mirada había una infinita fortaleza, una voluntad obstinada e indomable".

El periódico conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung, de forma probable el más influyente en Alemania, la retrata así: "Arroja sus puntos de vista en la opinión pública turca como bombas de humo de tal forma que a todos les lloran los ojos. Cuando la niebla se disipa, se ve más claro, aunque duela." (FAZ, 3.10.08).

Se trata de la misma autora que ha dejado escrito sobre la actual Carta Magna en Turquía: "Es como un traje hecho para un niño. Ahora, el niño se ha vuelto adolescente, las perneras son muy cortas, las mangas demasiado estrechas, el cuello minúsculo. En vez de hacerle un nuevo traje al niño, sus padres cosen nuevos botones a la prenda, la cambian un poco de color y deben siempre remendar porque el material se desgarra con facilidad."

3-X-08, Ricardo Ginés, diariodeEstambul/lavanguardia