Rieli Franciscato, una flecha de los indios en el corazón

La saeta de una tribu no contactada acaba con la vida de Rieli Franciscato, defensor de los indígenas

Una flecha de los indios en el corazónRieli Franciscato (STRINGER / Reuters)
 25/09/2020 lavanguardia

Se escuchó el zumbido de la flecha. Hecha con bambú y plumas de pájaros. Metro y medio de longitud. Rieli Franciscato estaba subiendo a un montículo para intentar divisar a los indios. La flecha se clavó en su pecho y logró arrancársela. Corrió medio centenar de metros y se desplomó casi muerto. Llegó al hospital sin vida. Así relataron su muerte los dos policías que acompañaban en la selva a Franciscato, de 56 años y uno de los mayores expertos en comunidades indígenas de la Amazonia.

El incidente sucedió el 9 de septiembre cerca de Seringueiras, en el estado brasileño de Rondônia, fronterizo con Bolivia. Con tres décadas de experiencia sobre el terreno, Franciscato trabajaba para la Fundación Nacional del Indio (Funai), organismo gubernamental que desarrolla las políticas para los pueblos originarios, y era coordinador del Frente de Protección Etnoambiental Uru Eu Wau Wau, una reserva de 1,8 millones de hectáreas habitada por dos centenares de personas repartidas en nueve tribus.

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La mayoría de estos indios ya fueron contactados y viven en aldeas cercanas al límite del territorio protegido, pero se estima que hay al menos dos tribus que nunca han tenido contacto exterior. Un miembro de una de esas tribus habría sido quien lanzó la flecha mortal, pues los nativos han identificado la saeta como las que usan los yvyraparakuara, la misma etnia que la Funai denomina “grupo aislado del río Cautário”, recolectores que viven de la caza y la pesca y hasta ahora se habían mostrado pacíficos.

Franciscato decidió internarse en la selva para localizar al grupo después de que supuestamente algunos de estos indios hubieran sido vistos cerca de una casa, fuera de la reserva. Parte del trabajo del fallecido era garantizar que los indígenas no contactados puedan seguir en su hábitat y evitar conflictos con la población de Seringueiras. Un vecina ya los vio fuera de la reserva en junio. Las salidas se atribuyen a la ­presión a la que están sometidas las tribus aisladas por las invasiones ilegales de tierra que aceleran la ­deforestación de la Amazonia.

El Consejo Indigenista Misionero (CIMI), vinculado a la conferencia episcopal de Brasil, emitió un duro comunicado lamentando la muerte de Franciscato y culpando al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro por permitir el avance de las actividades ilegales en la selva. “Ha diseminado una política de prejuicio, odio y violencia contra los pueblos indígenas”, decía la nota. “La acción que acabó en la lamentable muerte de Rieli Franciscato revela una actitud desesperada de los indígenas. Su agresividad es consecuencia de violencias de las que vienen siendo víctimas a lo largo de los años y, muy probablemente, también está motivada por hechos ocurridos recientemente”, dando a entender que quizás los atacantes sufrieron algún agravio en los días previos. El CIMI añadió que la deforestación aumentó un 113% en el 2019 en las tierras indígenas con presencia de pueblos aislados y que en abril fue asesinado un indio de la reserva que hacía de guarda y sus autores continúan impunes.

La muerte de Franciscato ha abierto un debate sobre si la justicia debe perseguir al indio que lanzó la flecha, aunque la fiscal de Rondônia encargada de asuntos indígenas, Gisele Bleggi, defiende que las comunidades aisladas no deben someterse a las leyes penales. “La actuación en legítima defensa del grupo está completamente justificada, dijo a Red Amazónica. “Les obligamos a someterse a nuestras reglas, incluso nuestro sistema legal es una agresión contra ellos”, añadió.

El propio Franciscato explicaba cuál es la visión de los pueblos no contactados. “Si no nos buscan es porque no tienen interés en entablar relación con nosotros, así que tenemos que respetar sus deseos; los aislados viven exclusivamente en la selva, de manera que si no hay selva, no hay vida para ellos”, indicaba en una entrevista donde denunció que el norte del territorio Uru Eu Wau Wau ya está “totalmente invadido” y que las acciones de la Funai no bastan para contener las ocupaciones ilegales de tierras.

La paradoja es que la flecha se clavó cerca del corazón de Franciscato, como explicaba a Red Amazónica la especialista en lenguas indígenas de la Universidad de Brasilia, Ana Suelly Arruda Câmara. “Desgraciadamente, fue confundido con el enemigo, cuando en realidad era uno de los mayores amigos de esos pueblos”, dijo la investigadora, que agregó: “Irónicamente le llegó una flecha a su corazón, y todos sabemos que el corazón de Rieli era de los indios, era de la naturaleza”.