Amèriques: de qui és la terra?, dels pagesos o dels ’indígenes'?

Los conflictos por las tierras indígenas se recrudecen en Centroamérica

Frente a la inacción gubernamental, algunos activistas intentan recuperar territorios ancestrales por cuenta propia. A menudo el precio es demasiado alto.

Manifestantes indígenas en Costa Rica después de la muerte de un activista a fines de febrero.
Manifestantes indígenas en Costa Rica después de la muerte de un activista a fines de febrero.Credit...Jeffrey Arguedas/EPA vía Shutterstock

Por Alexander Villegas y

  • 10 de marzo de 2020

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TÉRRABA, Costa Rica — Desde hace décadas, los integrantes de la tribu brörán, en el sur de Costa Rica, han querido recuperar lo que consideran tierra ancestral de las manos de agricultores que también la reclaman. Un fin de semana del mes pasado, llevaron su anhelo a la acción: entraron a las granjas, colgaron letreros y juraron que no se moverían de ahí.

Poco después, dijeron, los agricultores enardecidos salieron montados en caballos, motocicletas y camionetas. Armados con machetes, palos y armas de fuego, los granjeros se reunieron en la cima de la montaña durante horas, gritando amenazas, mientras los líderes indígenas imploraban la ayuda de la policía.

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Por The New York Times

Elides Rivera, lideresa local de tierras indígenas, todavía tiene la grabación de la llamada que le hizo al comandante de policía para pedir ayuda: “Se lo pido con todo, todo el corazón”.

Sin embargo, al poco rato, se desató una riña que derivó en la muerte de su sobrino, Jerhy Rivera, de 45 años, quien era activista a favor de los pueblos indígenas en la comunidad.

La muerte de Jerhy Rivera sucedió unas semanas después de que otro hombre indígena de un pueblo cercano recibió un disparo en una disputa territorial, y un año después de que un líder defensor de derechos territoriales en ese pueblo fue baleado a muerte en su hogar.

Durante los últimos cinco años, los conflictos por territorio y recursos naturales en la región han llevado a casi 200 confrontaciones y a la muerte de 60 personas indígenas, según el Centro de Información sobre Empresas & Derechos Humanos, una organización con sede en Londres.

Cuatro personas indígenas fueron asesinadas en un ataque en Nicaragua en enero, y más de una decena murió en Colombia tan solo en las primeras dos semanas de este año, según Naciones Unidas.

Las muertes en América Latina son el resultado de choques cada vez más violentos entre pueblos que han vivido en territorios durante miles de años y pobladores que llegaron hace mucho menos tiempo.

Desde México hasta Brasil, las tribus indígenas que luchan en contra de los agricultores, leñadores, mineros y otros intereses —a veces de manera agresiva— tienen la esperanza de recuperar las tierras de su comunidad.

En ocasiones, hasta dan la vida por ellas.

Y cuando lo hacen, los recién llegados a las tierras indígenas rara vez parecen pagar un precio de ley.

“Yo le dije a usted con fuerza y con firmeza porque estos criminales así van a seguir actuando”, dijo Rivera al comandante de policía en un mensaje posterior. “Gracias, pero hoy sí dejaron que mataran a Jerhy.”

ImageJerhy Rivera
Jerhy Rivera

Jerhy Rivera, padre de cuatro hijos, vendía gallinas y trabajaba para promover la conciencia sobre su tribu. En 2013, lo golpearon en una disputa con leñadores.

Era miembro de uno de los casi 800 pueblos indígenas en América Latina. Muchos de ellos nunca fueron colonizados tras la llegada de los españoles y los portugueses al continente, y conservaron sus lenguas y sus tradiciones.

A pesar de que algunos grupos sí tienen protecciones parecidas a las que reciben las reservas indígenas estadounidenses, el cumplimiento de estas suele ser laxo. Esto es particularmente cierto en áreas remotas o ricas en recursos naturales.

En Nicaragua, hogar de los misquitos, el gobierno ha emitido declaraciones en contra de la apropiación ilegal de tierras por parte de los colonos, pero no ha hecho nada para detenerla, dijo Laura Hobson Herlihy, catedrática en la Universidad de Kansas.

Cuatro personas indígenas fueron asesinadas en ese país en enero.

“Es una crisis humanitaria”, dijo Lottie Cunningham, abogada de derechos humanos misquito en la costa atlántica de Nicaragua.

Sin una avenida legal a la cual recurrir, las comunidades indígenas a veces se unen para desalojar a los recién llegados de las tierras, un proceso llamado “saneamiento”. En Costa Rica se le dice “recuperación”.

“Tenían camisas que decían ‘saneamiento’ en la espalda”, dijo Herlihy. “Yo les decía, ‘Hombre, eso es un blanco en la espalda’. Eso es tan peligroso. Hace que maten a mucha gente”.

En muchos casos, los colonos que ocupan territorios indígenas no saben que infringieron la ley al comprar esas tierras. Muchos invierten los ahorros de toda su vida en los contratos de compraventa de las tierras y no están dispuestos a irse sin dar batalla.

Víctor Hugo Zúñiga, un hombre de 38 años, padre de tres hijos, es uno de los miles de agricultores no indígenas que viven en las tierras disputadas en Costa Rica. Dice que el gobierno le dio a su padre un terreno en el pueblo de Olán en 1972, cinco años antes de que las reservas indígenas se establecieran.

No se le quitó a ningún indígena ni nada”, afirmó. “Ahora, después de 45 anos de vivir acá, ¿cómo somos usurpadores?”.

La mayoría de los agricultores en las disputas no tienen otro lugar adonde ir, dijo.

ImageUn tributo para Rivera en Costa Rica
Un tributo para Rivera en Costa RicaCredit...Juan Carlos Ulate/Reuters

Costa Rica, al igual que Nicaragua, empezó a ofrecer protecciones especiales a los pueblos indígenas y a sus territorios en la década de 1970.

Marcos Guevara, profesor de Antropología en la Universidad de Costa Rica que ha estudiado conflictos indígenas durante más de 30 años, dice que el brote de violencia se ha estado gestando desde hace décadas debido al cumplimiento deficiente de las políticas gubernamentales.

Cuando el gobierno les dio a los grupos indígenas franjas de tierra en 1977, se suponía que los agricultores serían compensados, pero solo fue así para algunos de ellos.

“Estos son problemas que el mismo Estado creó”, sentenció Guevara.

A nivel mundial, los grupos indígenas de Centro y Sudamérica son los más asediados, según el Centro de Información sobre Empresas & Derechos Humanos, que cuenta con una base de datos de los ataques y los asesinatos de los activistas de derechos humanos.

Con 54 incidentes violentos en contra de negocios que luchan por los grupos indígenas el año pasado, Centroamérica ocupó el primer lugar en el mundo en este tipo de confrontaciones, según Adam Barnett, el vocero del grupo. Dijo que la cifra más alta venía de Honduras.

El conflicto se dio a conocer a nivel internacional en 2016, cuando Berta Cáceres, una mujer lenca que se manifestaba en contra de una presa en Honduras, fue asesinada. Siete hombres fueron arrestados en ese caso.

Los asesinatos han sido más alarmantes en Costa Rica, que se había mantenido al margen de la violencia rampante de otros países en Centroamérica.

Cindy Vargas, de 35 años, integrante de un grupo de mujeres brörán llamado Ruta de las Aves, dijo que Costa Rica se promocionaba como un país multiétnico y multicultural, pero que esa afirmación no iba más allá del folclore.

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Berta Zúñiga Cáceres, hija de la activista ambiental indígena asesinada Berta Cáceres.
Berta Zúñiga Cáceres, hija de la activista ambiental indígena asesinada Berta Cáceres.Credit...Orlando Sierra/Agence France-Presse — Getty Images

“Pretenden ver a los indígenas como los que usan el traje, hacen comidas tradicionales y algunas danzas”, dijo Vargas. “Costa Rica es un país de doble moral, al que lo único que le interesa es el folclore, pero no la aplicación a los derechos de los pueblos indígenas.”

Ella dijo que uno de los terrenos que los indígenas recobraron el fin de semana de la muerte de Rivera le había pertenecido a su abuelo.

Luego de la muerte, un hombre se entregó a la policía y aseguró que le había disparado al líder indígena en defensa propia. Luego de una breve detención salió libre.

En enero, poco después del Año Nuevo, Mark Rivas, un líder juvenil misquito de 33 años, fue encontrado muerto en su hogar en Puerto Cabezas, Nicaragua. Incluso antes de que la policía investigara el caso, una estación de radio afiliada al Estado declaró que se trataba de un suicidio, dijo su padre, Carlos Hendy Thomas.

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Mark Rivas, líder juvenil misquito de Nicaragua fue encontrado muerto en su hogar.
Mark Rivas, líder juvenil misquito de Nicaragua fue encontrado muerto en su hogar.Credit...Presli Coleman

“Hablamos por la tierra, por los bosques y para callarnos nos matan”, dijo Hendy. “Es la única forma de callarnos”.

Paulina Villegas colaboró con este reportaje desde Ciudad de México.


Frances Robles es corresponsal de Estados Unidos e internacional con sede en Miami. Antes de unirse al Times, en 2013, trabajó en el Miami Herald, donde cubrió Cuba y tenía su sede en Nicaragua y Colombia. @FrancesRobles