illes Kurils: la Segona Guerra Mundial encara no ha acabat

Las volcánicas islas Kuriles, que forman un arco en el noroeste del océano Pacífico entre la península rusa de Kamchatka y la isla japonesa de Hokkaido, son una pequeña zancadilla para la historia. En concreto, las cuatro Kuriles del Sur que se disputan Moscú y Tokio desde el final de la Segunda Guerra Mundial; desde entonces impiden la firma de un tratado
de paz.

El año pasado los líderes de ambos países, el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro japonés, Abe Shinzo, acordaron empezar a reunirse para ­formalizar una paz que nunca se firmó, tras lo cual también se entendió que Japón recuperaría ­algunos de los territorios en disputa. Pero mientras Moscú ha sido muy claro sobre el asunto de la acuerdo de paz, ha sido más ­ambiguo en cuanto a las Kuriles, y más después de que en Rusia se formase un movimiento muy ­visible contrario a cualquier ­cesión.

El futuro de un pacto sobre las Kuriles ha quedado más entredicho este mes de julio, cuando la agencia nipona Kyodo informó que Rusia no está dispuesta a tratar este asunto en sus futuros contactos con Tokio. La alianza militar entre Japón y Estados Unidos, y la posibilidad de que los norteamericanos coloquen en el futuro una base cerca de la frontera rusa, se cita como el principal motivo.

Que este asunto resulta muy espinoso para las autoridades ­rusas quedó demostrado cuando el Ministerio de Exteriores negó la información sin dar una negativa, dejando hábilmente todas las puertas abiertas. Rusia no se niega a discutir con Japón la posibilidad de entregar un par de islas, ha dicho, pero asegurando que esas no son las negociaciones actualmente en marcha. “Rusia no está negociando nada más que un acuerdo de paz y su elaboración. Todas las otra ideas son un relato artístico sobre lo que sí y sobre lo que no, que no puedo confirmar”, dijo el pasado 17 de julio la portavoz del Ministerio, María Zajárova.

El volcán de Raikoke, una de las islas Kuriles, acaba de entrar en erupción tras un siglo de tranquilidad El volcán de Raikoke, una de las islas Kuriles, acaba de entrar en erupción tras un siglo de tranquilidad (Getty)

Es cierto que cuando Putin y Abe anunciaron el inicio de contactos no se habló sobre las islas de forma explícita. Pero la sociedad rusa y las autoridades japonesas entendieron que sí, ya que los líderes acordaron partir de una declaración conjunta de 1956, en la que Moscú aceptó estudiar la posibilidad de entregar las islas más pequeñas, Habomai y Shikotán, pero sólo después de firmar un acuerdo de paz.

Este asunto ha provocado protestas en varias ciudades de Rusia. Incluso en Moscú se creó un comité para la defensa de la unidad territorial, con políticos e intelectuales de izquierdas. “Estamos a favor de que se firmen acuerdos, de que haya conversaciones. Pero no puede incluirse la integridad territorial de Rusia”, decía a La Vanguardia Serguéi Baburin, líder de la Unión Nacional Rusa y candidato a la presidencia de Rusia en el 2018.

La Unión Soviética se quedó con cuatro islas del sur del archipiélago (Iturup, Kunashir, Shikotán y los islotes Habomai) en 1945, en los días finales de la Segunda Guerra Mundial. Japón, que siempre ha argumentado que la contienda ya se había parado, nunca reconoció el cambio de jurisdicción y sigue llamándolas “Territorios del Norte”. Para Tokio este es el principal escollo para que no pudiera firmar la paz con Moscú en el Tratado de San Francisco de 1951, como hizo con las otras fuerzas aliadas. En 1956 ambos países firmaron una declaración según la cual Moscú aceptaba estudiar la posibilidad de entregar Habomai y Shikotán, pero sólo después de firmar un acuerdo de paz.

Que Putin y Abe fijasen como base para las negociaciones esta declaración no significa la entrega automática de ningún territorio, señaló el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, el año pasado, cuando este asunto ya había empezado a preocupar a la sociedad y la opinión pública rusas.

La URSS arrebató las cuatro islas del sur del archipiélago a un Japón desconcertado por la bomba atómica

La estadística dice que la historia de la Segunda Guerra Mundial no logrará levantarse pronto de la zancadilla. El 77% de los rusos rechaza devolver las Kuriles del Sur a Japón, según una encuesta del Centro de Estudios de la Opinión Pública de enero pasado. Shinzo Abe dijo este 21 de julio que quiere llegar a un acuerdo sobre el tratado de paz antes de que finalice su mandato, en 2021. Pero la mayoría de la sociedad japonesa (un 88,2%, según una encuesta del pasado enero de la agencia Kyodo) no lo cree. Tampoco ayuda que Japón distribuyera en la cumbre del G-20 del mes pasado en Osaka materiales impresos y audiovisuales donde aparecían las Kuriles del Sur como japoneses, lo que motivó una nota de protesta de Moscú a Tokio vía diplomática.

, Moscú. Corresponsal

02/08/2019 - lavanguardia